“Sudar la licra es un instinto”

Aunque la mayor parte de su vida la ha entregado al deporte, esta ibaguereña también se toma el tiempo para trabajar con su familia, disfrutar con sus amigos y entrenar con su novio

Los deportistas en Colombia nunca la han tenido fácil, menos cuando no hay fútbol de por medio. El caso de María Camila Celemín Piñeros tampoco es la excepción, pues a pesar de pisar varios podios y salir del país a “sudar la licra”, como ella misma dice, la retribución de las ligas y el Estado ha sido mínima por no decir que nula. Ha dedicado jornadas extenuantes pero asegura que se siente feliz cuando entrega todo en la competencia y en el entrenamiento.

Con tan solo 20 años, Camila recuerda su paso por el reality de Caracol Televisión, Desafío Súper Humanos Cap Cana, y el cambio que trajo para su vida, pues luego de once años dejó de practicar el patinaje para meterse de lleno en el crossfit. Es amiguera, impulsiva, sonríe siempre y disfruta siempre de su familia.

 

¿De dónde viene el gusto por el deporte?

Toda mi familia ha sido deportista: mis papás, mis hermanos y yo. Aunque siempre desde muy pequeña me fui por el lado diferente. Practiqué gimnasia, natación, ciclismo -aunque no me gustó -, patinaje, que fue en el que más duré y ahora crossfit.

¿Recuerda la sensación de representar a Colombia en el exterior?

Uno se pone la licra y dice: soy de los mejores patinadores del mundo, es una sensación única que volvería a repetir. Aunque el apoyo no es suficiente. Por esa y otras razones decidí dejar el patinaje, además de las tantas envidias. Tuve muchas riñas porque mi papá era Presidente de la Liga y decían que me regalaba todo.

Usted es una mujer muy joven, además tiene un cuerpo esbelto ¿ha sido impedimento en algún momento o despertado envidias?

Para mí es un beneficio, me siento muy orgullosa de a tan corta edad, reunir esa experiencia. Siempre me preguntan por mis piernas, me dicen que si es por el crossfit a lo que yo respondo que no porque conseguir este cuerpo es a través del deporte. Ha sido duro.

Y en esa experiencia ¿Hay algún momento que no quiera recordar?, ¿Cuál ha sido el más difícil?

Cuando perdí el paso a la Selección Colombia de mayores por dos segundos. Entré en depresión, fue muy duro.

Y el más feliz ...

Cuando pertenecí a la Selección y cuando participé en el Desafío.

“En el Desafío Súper Humanos hay gente mala”

¿Cómo llegó al reality?

En ese momento estudiaba Enfermería en la Universidad del Tolima y vi una publicación en la que decía que quedaban pocos días para el cierre de inscripciones. Por molestar le dije a mi mamá que me iba a inscribir y ella me dijo para qué me iba a aguantar hambre, que era muy duro. Y como soy toda loca, me inscribí. Días después me llamaron para una presentar una prueba física y de la emoción respondí que me llamaran en una media hora porque le iba a consultar a mi mamá.

¿Es real todo lo que pasa en el concurso?

Es totalmente real, no hay nada libreteado. Habían productores que sí nos pedían más energía; yo acostumbraba a ser muy callada y por eso me molestaban. No me nacía ser rebelde. Es que aguantar hambre no es fácil, por eso prefería quedarme sentada, dormir, no molestar para no pensar en eso. Habían otros compañeros que llamaban la atención.

¿Fueron muchos días sin comidas, pasó hambre?

Aguanté mucha, porque el equipo no era tan bueno (Cachacos) como los demás y manteníamos en Playa Bronce. Se comía si a mucho, una vez al día. Yo me preparé psicológicamente para eso pero no para no asearme. ¡No me lavaba el cabello, estaba hedionda! Ese fue un golpe duro para mí. Recuerdo que el cabello estaba imposible de tocar y los dientes los lavaba como dos veces al mes.

Y la relación entre competidores...

El Desafío muestra la verdadera persona que es uno. No hay papeles, si fuiste malo, malo fuiste. Ante la presión pasábamos por todos los estados de ánimo en un solo día. Hay gente mala.

¿Hay algo que cambiaría del reality?

Es muy duro, pero no. Quizá las pruebas de salvación, es mejor que el equipo compita y no vote, que sea por rendimiento.

¿Es decir que hubo malentendidos entre los ‘Cachacos’?

Con Daniel. Él la tenía en contra mía. Decía que era mala compitiendo e inventó una excusa tonta para que mis compañeros votaran por mi y, me sacaron.

“Prefiero perder un fan que tener malos entendidos”

¿Cómo es un día con Camila Celemín?

Me levanto a las 7:30 de la mañana, desayuno algo pequeño, voy a trabajar con mi mamá, pues tenemos una empresa que fabrica cocinas integrales. Luego, almuerzo con mi novio, que también es deportista y en la noche entreno. Dedico tres horas aproximadamente en el Box, en compañía de mi hermana, quien además de ser mi amiga fue quien me trajo aquí. Uno se vuelve masoquista, me gusta entrenar. En la noche, vemos películas con mi novio, preparamos algo de comer y termina la jornada.

¿Comparte el mismo gusto con su novio? ¿Cómo se conocieron?

En el Box. A veces entrenamos juntos los sábados. Fue luego de una competencia en la que yo gané como principiante.

Para usted competir es...

Muy emocionante, la sensación de competir, por adrenalina es algo que nunca voy a dejar de sentir.

Luego de su paso por el Desafío y que la gente la reconozca ¿Ha recibido alguna propuesta indecente?

No falta el loco, por eso soy muy selectiva en mis conversaciones. Prefiero perder un fan que tener malos entendidos.

¿A qué le teme?

A las cucarachas y las mariposas gigantes.

¿Practica alguna religión? ¿Qué dice de la política?

Soy católica pero no comparto la manera de hacer negocio de algunas iglesias. La política no me gusta.

¿Es supersticiosa?

Lo era. Tuve una cadena que no me quitaba nunca. Ya no la uso.

¿Qué piensa de la situación actual de los Juegos Nacionales?

Es una decepción muy grande, fue totalmente injusto para los deportistas que no tienen donde entrenar ni competir.

¿Su mayor tesoro?

Mi familia.

¿Quién manda en la casa, todavía pide permiso?

Mi mamá, pero nada más aviso.

¿Qué es para usted ‘sudar la licra’?

Es un instinto. Hay que ganar para ser la mejor.

Credito
EL NUEVO DÍA

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