Cocina con microondas

El horno de microondas es un electrodoméstico utilizado para calentar alimentos ya preparados, para descongelar y para cocinar. Es, sin duda, un revolucionario equipo auxiliar en el hogar, de inmensa utilidad, especialmente por el corto tiempo que se requiere en la solución de muchas necesidades de cocina.

Este magnífico aparato se desarrolló a partir del  descubrimiento de un ingeniero norteamericano mientras trabajaba en la inspección de un “magnetrón”. Percy Spencer (1894-1970) estaba vinculado a la empresa Raytheon Corporation, importante conglomerado especializado en equipos electrónicos de defensa nacional, cuando un día, en1946, mientras trabajaba, se dio cuenta de que una barra de chocolate que llevaba en uno de los bolsillos se había derretido. Pensó con curiosidad que podría ser como consecuencia de las pruebas que estaba haciendo con el magnetrón y puso unos granos de maíz cerca del aparato. Poco tiempo después observó que estos comenzaban a vibrar hasta que se convirtieron en las célebres palomitas. En compañía de uno de su ayudante, puso después un huevo crudo hasta que finalmente explotó en la cara de los observadores. Este fue, para Spencer, el origen de otro de sus múltiples inventos.

El magnetrón es un dispositivo que transforma la energía eléctrica en electromagnética, en forma de microondas. Las microondas se utilizan en telecomunicaciones, radiodifusión, televisión, en telefonía y en radares. Justamente se desarrolló en la década de los treinta para alimentar el funcionamiento de los radares. Las microondas en los alimentos actúan sobre las moléculas de agua que están en su interior, generando una agitación de las mismas a muy alta velocidad, lo que produce temperaturas altas. De todos estos conceptos nació el horno microondas que revolucionó la cocina.

El doctor Spencer y un grupo de ingenieros especialistas se dieron a la tarea de producir el primer horno, patentado a finales de 1946 y diseñado del tamaño de una nevera, lo cual generó mucha resistencia entre los posibles compradores. Su perfeccionamiento en tamaño, diseños mas livianos y costos reducidos, permitieron el inicio de su venta ante una demanda que crecía. Los hornos modernos de microondas mantienen el mismo concepto inicial de un magnetrón que produce energía electromagnética y solamente actúa sobre el contenido de agua de los alimentos y no sobre el entorno seco. Tanto es así que si se introduce un plato vacío en el horno y este se enciende, el plato no se calienta. Las microondas actúan además al interior de la masa, y con proporcionalidad al contenido de agua, y producido el calor, éste se propaga de adentro hacia afuera.

Lo anterior explica por qué, en algunos alimentos calentados, se encuentran diferentes temperaturas, ya que las partes que contienen menos agua, se calientan menos. Por esto también se explica la instalación dentro del horno del plato giratorio, mientras dura encendido el aparato, para hacer exposición del alimento a la acción de las microondas, por todos lados.

El sistema que someramente se ha explicado, y especialmente la acción del calor de adentro hacia afuera, es la razón para entender que, cuando se cocina un pollo en microondas, a diferencia de la cocción en horno tradicional, la superficie no queda dorada o tostada. Por todo lo demás, hay que reconocer en el microondas un instrumento de gran utilidad. Es rápido para calentar comidas preparadas y refrigeradas y un gran apoyo cuando de descongelar se trata. Según el peso del ingrediente, automáticamente dispone del tiempo requerido. Para apoyar las tareas de cocina de otros platos, este horno también ayuda mucho en precocción de ingredientes como plátanos antes de dorar, tomates antes de pelar, caldos antes de agregar a un cocido o una salsa, etc.
 
Merluza en salsa verde
Esta es una receta muy tradicional del País Vasco. Para 4 porciones adquiera 4 trozos de filetes de merluza de 200 gr. cada uno, o tajadas de 2-3 cm del pescado, equivalentes al peso total mencionado. Compre también ½  libra de almejas con concha y comience por lavarlas muy bien. Después llévelas a un recipiente con un poco de vino blanco y póngalas a fuego medio hasta que las conchas abran. Deseche las que queden cerradas. Mientras tanto, pique finamente 4 dientes de ajo grandes (6 medianos) y rehóguelos a fuego medio en una sartén grande con 1 decilitro de aceite de olivas (6 cucharadas). Cuando el ajo comience a saltar agregue el caldo caliente que quedó de la cocción de las almejas sin que supere ½ taza. Luego de que suelte el hervor, agregue 3 cucharadas de perejil picado y los filetes o tajadas de merluza. Mantenga 3 minutos el pescado por cada lado pero moviendo la sartén suave y permanentemente sobre el fogón, con el fin de ligar el aceite con los jugos del pescado. Se irá formando una emulsión que es uno de los encantos de este plato. Ajuste sabores con sal y pimienta. En ese momento está listo el plato para servirlo. Puede acompañar con papas al vapor. Opcionalmente puede hacer un caldo casero de pescado con los huesos de la merluza y sustituir el caldo de la cocción de las almejas. También puede incorporar, si lo desea, arveja verde en el plato y quedará mucho más vistosa su preparación.

Credito
YEZID CASTAÑO GONZÁLEZ Especial para EL NUEVO DÍA

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