La zanahoria, una raíz muy nutritiva

La zanahoria es una planta hortícola cultivada por su raíz comestible de color anaranjado. Es una hortaliza, la más consumida en algunos países europeos después de la papa.

La planta posee un manojo de hojas que se desarrollan en la superficie de la tierra, mientras se va formando una raíz, de crecimiento vertical, que hoy constituye uno de los alimentos mas benéficos y nutritivos.

En la antigüedad, cuando esta planta crecía en forma silvestre, se aprovechavan las hojas mientras que la raíz se despreciaba. Vale la pena anotar en este punto, que las primeras zanahorias conocidas eran muy delgadas y de color amarillo, blanco o púrpura. Tres mil años antes de nuestra era comenzaba a conocerse la zanahoria en Afganistán, región considerada por los científicos investigadores como la cuna de esta hortaliza. Los primeros indicios de su existencia aparecieron en la región de Himalaya y, siglos después, en la misma zona se domesticó, pero en las áreas vecinas a Rusia, India, Irán y Pakistán.

La planta, en los siglos XI a XIV se fue extendiendo a la región del Mediterráneo y Europa Occidental. En los siglos XVI y XVII ya apareció en China, Japón e India, y el primero de los mencionados países es hoy el primer productor mundial con un 50% de la oferta total del globo. En España esta planta se conoció desde el siglo XI. El color naranja de la zanahoria parece que fue logrado por los holandeses en el siglo XVI mediante la combinación de las variedades de color amarillo y púrpura. En esa misma época se le denominaba en Francia como “carotte”, en Grecia “karoton” y en Gran Bretaña “carrot”.

Aunque fue en la Edad Media que la raíz de la planta comenzó a incorporarse a la alimentación a cambio de las hojas, en la Antigua Grecia del siglo I, sus habitantes, además de cultivarla junto con la cebolla, los puerros, los rábanos y los nabos, la comían cruda con aceite sal y vinagre. Los romanos, por su parte, la rociaban con una salsa a base de cominos, sal, vino y aceite, antes de consumirla. Apicius (25 aC-37 dC) en su famosa obra de cocina De Re Coquinaria, ya había incorporado recetas con base en esta hortaliza que, para entonces, se confundía con la chirivía, a pesar de ser otra raíz de características diferentes y color pálido. Los británicos también tenían cultivos de zanahoria junto con los de ajo, hinojo, menta, tomillo, perejil y cilantro.

En pleno Renacimiento, Bartolomeo Scappi, estudioso de la gastronomía y chef del Papa Pio V. publicó su libro con mas de mil recetas, entre las cuales se encuentra una con una salsa de zanahorias. En el siglo XVI tanto la zanahoria silvestre como la domesticada se dembraban indistintamente pero, como ya lo anotamos, no solo se comenzaba a conocer la raíz anaranjada, sino que se logró cosecharlas en mayor tamaño y formas estéticas de atractiva aceptación. A finales de ese siglo existía ya la costumbre de preparar las zanahorias asadas sobre las brasas.

En el siglo XVII, en Inglaterra la zanahoria y su cultivo eran suficientemente conocidos y se llevaban a cabo en pequeñas parcelas y en jardines caseros. Al Nuevo Mundo había llegado pocos años después del primer viaje de Cristobal Colón y comenzó a cultivarse en la Isla Margarita, en las costas de Venezuela. Al Norte del continente americano la zanahoria llegó en 1607 con el arribo de los primeros colonos a la región de Virginia.

Hoy la zanahoria goza de variados reconocimientos por su contribución a la salud y a la nutrición. Son muchos los aportes de esta hortaliza al bienestar de los consumidores por su contenido vitamínico, sus beneficios anticancerígenos y sus aportes al fortalecimiento del sentido de la visión, entre otras calidades. La dulzura inherente de la zanahoria le ha permitido ser ingrediente básico en varias preparaciones de postres y dulces, anteriores a la apreciada “torta de zanahoria”. Los islandeses y los ingleses hacen el pudín de zanahoria y los franceses elaboran una crema de zanahoria con tiras de la hortaliza confitada. Los judíos, para celebrar el año nuevo, preparan el “tzimmes” que es un guiso dulce del mismo ingrediente. En Estados Unidos hay muchas y variadas recetas de galletería a partir de la zanahoria. No es fácil prever lo que venga en el futuro, quizás revivir la producción con los colores originales en los tamaños de la zanahoria naranja que conocemos. Faltaría además que con las técnicas de manipulación genética tengamos ejemplares con las tonalidades del arco iris.

 

 

Guisado de pollo con papas y zanahorias

(receta de Juan Barrientos tomada de

cookpad.com):

Ingredientes:

un pollo mediano cortado en pedazos, 3 papas grandes, 2 tomates.1 cebolla grande, 2 zanahorias, 1 chile morrón (pimentón rojo), 5 dientes ajo, ½ cucharada sopera de pimienta negra entera, ½ cucharada de comino entero, sal al gusto. Procedimiento: En un sartén hondo ponga a calentar aceite y le echa el pollo a cocer. En este punto agregas sal al pollo y lo tapa.

Cuando el pollo ya esté cocido, le agregA el ajo la pimienta y el comino bien molidos y los demás ingredientes. Adicione media taza de agua, la papa picada y las zanahorias, los tomates, la cebolla y el chile. Tape y cocine hasta que las papas estén blandas.

toronjilcanela@yahoo.com

Credito
Yezid Castaño González

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