Comportamiento en el transporte público

Utilizar transporte público es algo tan cotidiano, que la gente le da poca importancia al comportamiento que deben tener en tales casos.

Desplazarse en esos vehículos, ya sean interdepartamentales o urbanos, a veces se convierte en una tortura por las formas tan poco adecuadas como actúan algunos compañeros de viaje, e incluso los conductores de los vehículos.

En el uso del transporte público, precisamente por concurrir personas de tan diversas procedencias y costumbres se debe cuidar especialmente la manera de actuar y expresarse en todo momento.


Es preciso tener en cuenta que toda persona merece respeto y también cada uno debe actuar en forma respetuosa con quienes están a su alrededor; ello implica entender que cada uno tiene gustos y necesidades diferentes y que no se puede imponer aquello que responda al antojo o deseo del conductor o de algún pasajero en particular.    


Con el propósito de ayudar a su reflexión sobre cómo debe aplicar las anteriores consideraciones, a continuación se registran algunos aspectos que deben tener en cuenta: el conductor y los pasajeros:


El Conductor debe:

    * Entender que su gusto por escuchar cierto tipo de música y con volumen estruendoso no sólo no lo comparte sino que mortifica a la mayoría de los pasajeros que prefieren observar el recorrido o conversar con sus acompañantes y, por supuesto, no deben molestarse si le piden bajar el volumen.
    * Prestar atención al tipo de música que ponen. Es muy pesado escuchar por períodos largos un solo tipo de música y con seguridad habrá pasajeros a quienes no les gusta el vallenato, las rancheras, o el reguetón, el rap o la charanga;  inclusive a quienes les gusta se pueden cansar. Con certeza la mayoría de los pasajeros se sentirán mejor si no los aturden con música que no les gusta y tampoco un partido de fútbol que sólo le interesa al conductor.
    * Cumplir las normas de tránsito establecidas, especialmente en lo relativo a velocidad, parqueo, al adelantar otros vehículos, etc... A pesar de los mayores controles que hoy se tienen, muchos no las cumplen y generan una alta accidentalidad.
    * Dar tiempo para que las personas se suban y bajen del vehículo, máxime cuando se trata de  personas mayores.
    * Atender las sugerencias de pasajeros, sin molestarse.


Los pasajeros también deben hacer su parte y comportase correctamente, por tanto es bueno que tengan en cuenta:

    * Moderar el volumen con que hablan, no es preciso enterar a los demás pasajeros de su conversación.
    * Si el viaje es largo y lo hace en compañía de un menor, considere comprar pasaje para el niño, así no incomoda a los vecinos. Y si no lo hace, cuide de ocupar su espacio sin invadir el de su compañero de silla.
    * Lleve las maletas en la bodega para no obstruir los pasillos con sus paquetes.
    * Fíjese en la ubicación de la silla que compre pues debe usar la asignada aún cuando no le guste. No insista en ocupar la de otro pasajero porque le parece más cómoda.
    * Si lleva su propio radio ponga el volumen sólo para usted.
    * Evite perturbar a los demás pasajeros, especialmente algunos jóvenes a quienes les gusta "recochar" durante el viaje, tales comportamientos incomodan.    
    * No arroje al piso envolturas de alimentos desocupadas o basura.  
    * No escriba ni dañe el tapizado de la silletería.  
    * Si apenas conoce al vecino de viaje, no lo fatigue con tanta conversación. Atienda los mensajes que le envía con la comunicación no verbal, ellos le dirán si al otro le interesa o no charlar.
    * Si le es posible ayudar a alguien que lo necesita, ya sea al bajarse, subirse, ceder el puesto a una persona mayor o enferma, una mujer embarazada, o cualquier otra circunstancia, hágalo con tacto, no sea que la persona se asuste dadas las circunstancias de hoy que hace que la gente esté prevenida. Pregunte si le puede colaborar.
    Haga que los viajes largos o cortos sean momentos tranquilos y si es posible gratos. Recuerde que la urbanidad y la cortesía son para practicarlas en toda ocasión, inclusive en situaciones tan cotidianas como desplazarse de un lugar a otro. 

Credito
MARTHA CRUZ Especial para EL NUEVO DÍA

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