Que su visita sea bien recibida

TOMADA DE INTERNET - EL NUEVO DÍA
Recibir visitas es agradable, sin embargo hoy, por muchas razones, esta costumbre ha sufrido modificaciones significativas, son menos frecuentes y exigen algunos comportamientos particulares para asegurar que ellas sean gratas y pertinentes.

El hecho de que mamá y papa trabajen, que se tengan jornadas laborales más extensas o que no se disponga de ayuda de tiempo completo para la atención de los niños y toda la tarea recaiga en los padres, hace que el tiempo disponible para recibir adecuadamente una visita sea menor.
    
Entonces es bueno tener claras algunas normas que se deben cumplir:
No llegue de sorpresa. Siempre es bueno llamar con anterioridad para preguntar si la persona va a estar o si está disponible para recibirlo; podría ser, que tenga otra actividad prevista, un compromiso por cumplir, o que interfiera con el programa favorito de televisión que no le gusta perderse por nada del mundo.
Cuando visite a la familia, donde  puede anticipar que es bien recibido a cualquier hora,  también es bueno llamar con anterioridad, al menos para saber si estarán y no perder el viaje.

Que sus visitas sean en horas prudentes; no llegue demasiado temprano o tarde, ni en horas de comida, pues pueden sentirse presionados a invitarlo. Si tienen niños pequeños pueden ser inoportunas aquellas horas en que los padres están atendiéndolos.  


No pierda de vista a los niños cuando los lleve a visitas. Los pequeños pueden hacer daños y crear situaciones incómodas para las dos partes.  Esté pendiente dónde y qué están haciendo y no sobra que antes de llegar les recuerde saludar, despedirse y comportarse en forma correcta.  


Si le es posible lleve a la visita unas galletas, flores, una torta, un vino,  chocolates o unos panes etc, es un bonito detalle.


Evite aquellas visitas demasiado largas. Es mejor que los anfitriones lo inviten a quedarse un rato más y no que tengan que hacer un gran esfuerzo para mantenerse despiertos.


Sea especialmente breve cuando haga visitas de condolencia o a un enfermo. No lleve niños pequeños que estén correteando o fastidiando. Además,  trate de tener conversaciones amenas y no recabar sobre las dolencias o los detalles de la muerte.  Sea positivo y anime a la otra persona.


Visite a sus amigos para compartir y expresarles su afecto, no lo haga sólo cuando necesita pedir favores.


Igualmente, si la visita es a una empresa, pida cita para asegurar que lo atenderán. Y, si la pide con varios días de antelación, reconfírmela, puede suceder que haya pasado algo y no lo puedan atender. Si llega a una empresa sin pedir cita, no se disguste si tiene que esperar largo rato, pues si son serios deben atender primero a quienes sí llamaron.


Recibir o hacer visitas es una de las actividades más agradables, sea cortés al hacerlas, es la mejor forma de disfrutar de ellas y hacer gratos esos momentos.


Credito
MARTHA CRUZ Especial para EL NUEVO DÍA

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