Que aburrido es tener cerca a una persona que no para de quejarse o a otra que al saludarlo y preguntársele ¿Cómo está?, responde con un “más o menos”, “no le digo para no preocuparlo”, “Como cuando usted era pobre”, “Peor no podría ser”, “Entre mal y regular”…, y continúa enumerando los males y contrariedades que le aquejan. 

Hay personas que tienen una gran capacidad para ver sólo el lado malo de las cosas y de las personas y para transmitir negativismo y desánimo, es un comportamiento que hace pesado el ambiente que lo rodea y algo peor: es contagioso. 

Es importante ser discretos al compartir nuestros asuntos personales con otros. No sólo porque es posible que al interlocutor no le interese o considere que tiene suficiente con sus propios problemas, como para que además lo abrumen con los ajenos sino, además, porque se proyecta una imagen de persona emproblemada, pesimista, negativa, y ello tarde o temprano se le devuelve en forma negativa. Esto no significa que debe convertirse en una persona hermética y reservada, porque ello también puede acarrearle problemas.  

Es obvio que todos preferimos tener cerca personas que con sus palabras, gestos y comportamientos, irradien positivismo, alegría y simpatía y, también, que con su capacidad para encontrar el lado bueno de las cosas, sin ignorar los aspectos negativos, contribuyan a buscar solución a los problemas en cambio de agravarlos. Estos son valores altamente apreciados en cualquier entorno, porque ayudan en forma notable, a la convivencia y al logro de resultados superiores, muy especialmente en el ámbito laboral, en su familia y en su vecindario. 

Ahora bien, es posible que en el entorno en que usted se mueve, predominen las negativos y ello haya influido en usted. Si las cosas son así, comparta con las personas que le rodean sobre las desventajas que acarrea este tipo de actitud, y asuman el compromiso de observarse y ayudarse mutuamente para lograr el cambio que requieren; no es tan difícil si se convierte en un propósito de todos, alentados por los buenos resultados que pueden obtener.

En toda circunstancia lo aconsejable es:

Ser muy prudente con el tono y tipo de comentarios que hace

Compartir sus problemas personales sólo si es pertinente

Comentarlos sólo con las personas adecuadas

Mencionarlos en el momento oportuno

No profundizar en detalles íntimos con quien no es del caso

No hacer de estos temas una constante en el ambiente familiar o social

No centrase sólo en el lado malo de las cosas y en las dificultades que enfrenta

Recuerde: el pesimismo es amargarse la vida cuando hay mejores cosas por hacer.