La imagen de una persona se refiere a la idea que los demás tienen de ella y ésta es el resultado de la impresión que su presencia y comportamientos de todo tipo, producen en los sentidos de los otros. 

Estudiosos del tema afirman que por el sentido de la vista entran la gran mayoría de los estímulos; que la primera impresión que se ofrece tiene un fuerte impacto y que la mente procesa tal información en segundos, transformándola en su realidad. 

Por lo anterior, es importante que los funcionarios públicos en general, y muy especialmente aquellos que tienen representatividad de las respectivas instituciones, le den a la imagen que proyectan, la importancia que corresponde. En consecuencia, deberán tener en cuenta: 

Vestir de acuerdo con el cargo que desempeña y con las circunstancias. La informalidad no se puede confundir con descuido, y cuando asiste a eventos especiales debe recordar que está allí en razón del cargo que representa y nó a título personal.

Ser puntual. Llegar a tiempo tanto a las reuniones que cita como a las actividades donde ha confirmado su presencia. Iniciar, a la hora fijada, las reuniones a que ha convocado; los demás asistentes también tienen una agenda por cumplir y debe respetarla.

Conocer el protocolo público nó es una opción, es una obligación para desempeñar el cargo. Deberá saber sobre las precedencias para tener claro en qué momentos debe hablar, dónde ubicarse, cómo y a quiénes saludar,  entre otros. 

Es necesario que conozcan las normas establecidas por el mismo Estado para escuchar el himno nacional, el tratamiento a las banderas, entre otros, pues son ellos quienes deberán dar ejemplo. Tener sumo cuidado con el tratamiento que dan a las personas; ello implica tener clara la distinción entre una situación formal/oficial de otra informal o familiar. 

Cuidar el vocabulario: el descuido, mala utilización y pobreza de vocabulario en sus exposiciones, afectan en gran medida su imagen.Permanecer en el evento el tiempo suficiente para escuchar a los demás, pues retirarse en cuanto interviene, suele interpretarse como un acto de menosprecio o desatención hacia los otros. 

Prestar atención al evento sin distraerse con el celular, el chateo, u otros asuntos, por importantes que sean El comportamiento en la mesa, aunque parezca algo sin mayor importancia, también emite mensajes y debe procurar que sean los mejores.

La comunidad espera verse bien representada, por lo tanto, hacer una reflexión sobre estos puntos es algo que debe incluirse dentro de las tareas que tiene como funcionario público.  

Es muy importante la capacidad intelectual, técnica y de trabajo de un funcionario, pero ello no es suficiente, con el mismo interés se debe ocupar de proyectar una buena imagen porque, como se dijo antes, ésta es la que primero impresiona a quienes lo observan y la que permite se destaquen las primeras. Las señales equivocadas que emita, afectan su imagen pública y su reputación y, de paso, a la institución o directivo que represente.