La expectativa es justificada, pues ahora la gente comienza a hacer sus compras navideñas y a alistar lo necesario para viajar u obsequiar, o las “pintas” para lucir en las fiestas, siendo entonces los días de mayor consumo en todo el año.

Cuando los clientes tienen tan amplia variedad de oferta y posibilidades para escoger, bien se justifica que los dueños y administradores de negocios presten mayor atención a algunos aspectos que se convierten en determinantes para que los compradores se sientan agradados y quieran permanecer más tiempo en el lugar, volver y, además, den buenas referencias.  

Prepárese y antes de tener que quejarse por las bajas ventas, tome su tiempo y haga un análisis realista sobre el estado por el que pasa el negocio, el resultado del ejercicio será útil en la medida en que sea objetivo y tenga presente el tipo de cliente que espera recibir, así como las ventas que quiere alcanzar, pues tienen relación directa.

Así que revise: 

§Los elementos visibles tanto en el exterior como en el interior. Observe el estado de la fachada. Mire si está limpia o está llena de avisos desteñidos y rotos que poco atraen clientes y sí dice mucho del mínimo cuidado que le aplica.

§ Revise el estado de la puerta y de las vitrinas, que no tengan vidrios rotos o estantería en mal estado. Observe si la disposición de los productos es atractiva y motiva a entrar, no ponga tal cantidad de artículos que al final no dejen ver lo bueno de la oferta.

§ Evite colgar del marco de la puerta los artículos, incluso en muchas ocasiones obstruyen el ingreso e impiden ver su interior.§ Preste especial atención al aseo en general. Recuerde que con solo pasar la puerta un cliente siente el olor a mugre. Las paredes deben lucir limpias. No permita que las telarañas formen parte de la decoración, como tampoco que los elementos de aseo sean visibles a los clientes.

§ No agregue tantos elementos en la decoración, especialmente si son cuadros desteñidos o matas secas. Cada espacio debe tener su identidad, por lo que debe controlar su deseo de adicionar cada día un detalle decorativo.       

§ La presentación de los empleados es muy importante. La dotación de uniformes debe ser para todos, incluyendo los temporales, ya que ellos son la imagen viva de la empresa. Entregue trajes adecuados al clima y al tipo de negocio. Recuerde que los colaboradores son también el reflejo de quienes manejan la empresa y de la calidad de la misma.    

§ Seguramente tendrá que contratar personal temporal, así que hágalo con tiempo para que pueda instruirlo sobre cómo se debe comportar y entrenarlo en lo relativo al manejo del cliente y conocimiento del producto. Deberá saber de qué manera debe dirigirse al cliente sin usar “cariñosismo” como ‘mamita’ o ‘linda’, entre otros. 

Los empresarios están a tiempo de ajustar los detalles elementales y fáciles de corregir para que aprovechen la temporada, hagan mejores negocios y obtengan resultados que respondan al esfuerzo aplicado.

Si no se siente seguro sobre su habilidad para mejorar estos aspectos, busque quién lo pueda asesorar, con certeza hay profesionales que le presentarán unas buenas opciones y es posible que le cueste menos de lo que usted supone.