La alegría: un valor que es preciso construir

INTERNET - EL NUEVO DÍA
En la temporada de fin de año y de vacaciones, la gente en su mayoría suele sentirse feliz, a pesar de los problemas que tenga. Estos se dejan al lado por unos días para dar paso a gratos momentos con la familia y los amigos.

Seguramente muchos verán con pesar que se termine y pensaran que vuelven los inconvenientes y las rutinas. Aquí viene el trabajo que es preciso hacer para que el nuevo calendario le siga ofreciendo muchos momentos felices y otros tantos motivos para sentirse contento.

Lo anterior será posible cuando esta sensación venga de nuestro interior. En estos casos la alegría se vuelve un poderoso remedio porque  estimula los centros emocionales y repele las emociones negativas. Cuando se está alegre, lo usual es que se olviden o atenúen sentimientos negativos como el odio, la venganza y el  enojo; las personas se tornan más amables y generosas. Una persona genuinamente alegre sólo puede ser constructiva.

Los estudiosos del comportamiento humano afirman que una persona es más feliz  cuando se acepta así mismo como es y cuando es capaz de agradecer lo que tiene, sin que ello signifique conformismo ni renuncia aspiraciones mayores, sólo que éstas tendrán mayores posibilidades si su actitud es positiva y entusiasta. Encuentre lo bueno de su familia, de su trabajo, de la ciudad y, si hay algo que no le guste, trabaje para cambiarlo.

Goce cada minuto que le sea posible, disfrútelos al máximo pero respetando a los demás. Eso lo hará sentirse bien, asista a los eventos que ofrece la ciudad  y aprecie todo lo positivo de nuestra cultura. Ofrezca una actitud positiva a su familia a sus amigos y a los visitantes. La vida siempre pondrá retos y dificultades, por ello es necesario ponerle una alta dosis alegría y esperanza, ello servirá para crecer y madurar.

Promueva un ambiente agradable y en paz donde se encuentre. Ayude en todo cuanto pueda, busque el bien y omita aquello que pueda ofender o molestar a otros. Evite palabras ofensivas, regale sonrisas y ofrezca elogios gratos. Todos buscamos ser felices, pero no todos se ayudan para que así sea, especialmente en el ámbito más importante en el que deben trabajar para hacerlo realidad: la propia casa. Podemos decir que lo que más aporta a la alegría es la familia; una familia donde se respire un ambiente de paz y donde todos se sientan queridos y respetados, genera alegría en sus miembros y en su entorno.

La alegría, definitivamente, es un factor importante para la integración social y para la propia salud física y mental. También, para el éxito en cualquier negocio, trabajo o actividad. Y, la imagen que usted proyecta, será tanto más positiva si irradia alegría y entusiasmo. Recuerde la frase de Benjamín Franklin que dice “La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días”

Credito
MARTHA CRUZ ESPECIAL PARA EL NUEVO DÍA

Comentarios