Un mejor trato con los niños

TOMADA DE INTERNET - EL NUEVO DÍA
Desde diversas disciplinas afirman, en todos los tonos y formas, que cuanto sucede al ser humano durante su infancia, repercute de modo significativo, para bien o para mal, en su vida adulta.

Los niños asimilan todo cuanto ven y escuchan y, cuanto observan pesa mucho más que cuanto escuchan; en otras palabras, el ejemplo es más elocuente que las palabras.

Los valores que adquieran y sus costumbres marcarán el resto de su vida y contribuirán de manera determinante en la forma como se compartan. Por lo tanto, sea consciente de que:

* Si los niños observan violencia entre sus padres, tienen alta probabilidad de ser violentos y quienes observan a sus padres y mayores, embriagarse, fumar, ingerir drogas, mentir, robar, hacer trampa, abusar de otros, tratarse a gritos, relacionarse con malos modales, tienen altísima probabilidad de reproducir esas conductas.

* También el medio en el que convive incide en la formación del niño: la escuela,  el vecindario, los amigos, la televisión y el Internet, y corresponde a los padres permanecer vigilantes para evitar, en la medida de lo posible, la proximidad o afición excesiva a aquello que le hace daño, pero es claro que mucho se sale de sus manos, y entonces resulta doblemente importante la buena formación en el hogar a fin de que allí arraigue principios y costumbres tan fuertes que le permitan enfrentarse a todo aquello que lo amenaza en el entorno.

Habitúese a:

* Dar afecto. Expréseles cariño con sus actitudes y palabras.

* Exigirles en forma razonable.

* Disciplinarlos en horarios o comportamientos.

* Llamarles la atención en forma razonable cuando fallan.

* Explicarles el porqué de las cosas. Un ‘porque sí’ no es lo suficiente.

* Que administre su propio dinero, así sea poco.

* Darles responsabilidades de acuerdo con su edad.

* Vigilarle sus tareas y ayudarle, igual supervisar sus jornadas en Internet.

* Acompañarlos en sus momentos difíciles, no subestime su problemas, así a usted le parezcan triviales.

*Jugar con su niño, compartir momentos divertidos con él o leerle las historias que le gustan.

*Felicitarlo cada vez que consiga algo positivo, así sea solo un pequeño logro.

Por el bien de los niños, que luego serán adultos, evite a toda costa:

* Llamarlos con apodos, porque le quedarán por toda la vida y pueden llegar a avergonzarlos como decirles sapurrito, enanito, orejón, cachetón.

* Bautizarlos con nombres que luego los harán víctimas de la burla de los amigos y compañeros

* Hablarles a media lengua a pesar de que ya han crecido.

* Tratarlos como bebés a pesar de que ya han crecido.

* Maltratarlos física o psicológicamente.

* Celebrar sus groserías y mala educación.

* No dar explicaciones y decirle ‘porque así lo quiero y soy su padre o madre’.

* Obligarles a hacer el oso, recitando, bailando, etc., delante de la visita, cuando no quiere hacerlo.

* Avergonzarlos delante de otras personas, diciéndoles cuán lindos son.

Todas estas cosas afectan la personalidad del niño y harán de él una persona que se relacione fácilmente o no con los demás. Para que su hijo sea un mejor ser humano contribuya a que tenga una niñez feliz y sea bien tratado y mejor cuidado.

Credito
MARTHA CRUZ ESPECIAL PARA EL NUEVO DÍA

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