La utilidad del protocolo

TOMADA DE INTERNET - EL NUEVO DÍA
La idea de cumplir con el Protocolo en una actividad por lo general no es muy bien recibida, pues lo asocian con algo complicado, fastidioso y acartonado. A su vez, son muchas las personas que al organizar un evento dicen “que sea sin protocolo”, queriendo expresar que sea una actividad informal.

Sin embargo, es útil cambiar éste concepto, pues especialmente en la actividad pública y corporativa no es apropiado obviarlo y siempre se deberá tener en cuenta algunas normas básicas para que tales situaciones se desarrollen con el máximo de respeto entre las partes. Por el contrario, conocer las normas elementales y su uso es de gran ayuda para facilitar la organización de un evento, tener más seguridad en el comportamiento y contribuir a la buena imagen de la entidad anfitriona o que se representa.    

Por lo anterior las organizaciones deben conocer sobre Protocolo y tener claro el orden en que se llevarán a cabo ciertos procedimientos o actos. En las empresas se deben tener acuerdos en cosas elementales como la forma de contestar al teléfono, sin importar el estilo o gusto de quien ocupe el cargo en la recepción.

Igualmente es importante que conozcan el protocolo general para el mundo de los negocios respecto a la forma de saludar, y el manejo de las precedencias.

Su aplicación no solo es importante para las grandes empresas, las medianas y pequeñas, y los profesionales independientes también deben utilizar ésta herramienta de la comunicación para ofrecer la mejor imagen.

Por ejemplo hay muchas dudas en lo correspondiente a los himnos.  Son piezas musicales que expresan un sentimiento especial para un grupo determinado, ya sea país, región o empresa. No necesariamente debe sonar en todos los eventos, ni todos los himnos a la vez, eso depende del evento y del tipo de anfitrión que tenga.

Un himno se debe escuchar de pie y con los brazos sueltos y la persona se deberá quedar quieta en el sitio donde se encuentre al momento de iniciar su interpretación. Tampoco se deberá llevar la mano al pecho de acuerdo con la norma colombiana. El público deberá dejar de hablar para escucharlo y en lo posible cantarlo. La interpretación de un himno no se aplaude.

Otra situación que resuelve fácilmente el protocolo, es el orden en que deben hablar las personas en un acto y para ello hay unas precedencias establecidas que ayuda a superar discusiones inútiles. Se habla de menor a mayor rango.

Igualmente el conocer sobre normas protocolarias agiliza la organización de una mesa principal, pues hay una criterio establecido para seguir que evita incluso situaciones complicadas, en las cuales quienes no saben, quieren ocupar lugares que no les corresponde.

Cuidar la imagen de la empresa o institución no es sólo tener un buen aviso, unos atractivos catálogos o unas buenas instalaciones, es también el saber qué hacer y cómo actuar en determinadas circunstancias.

No subestime el valor del protocolo, recuerde que en los detalles esta la diferencia.

Credito
MARTHA CRUZ ESPECIAL PARA EL NUEVO DÍA

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