Los manteles en eventos

TOMADA DE INTERNET - EL NUEVO DÍA
Cada actividad tiene su traje adecuado para usar, ya sea por la informalidad o el protocolo de la misma, o por la comodidad que se requiera en el evento. Así, el atuendo para ir a un paseo es diferente al que se lleva a una entrevista de trabajo o a una boda, como también serán distintos si se va a una actividad laboral o social.

Igual ocurre con la mantelería de las mesas al momento de “vestirlas”,  tenga en cuenta que los manteles son el “traje” de las mesas y hay que ponerles el que sea adecuado para el evento en que serán utilizadas.

El arreglo de las mesas para un evento corporativo es diferente al que se alista para un evento social, y no se decide por elegancia o sofisticación, se selecciona para que corresponda al tipo de certamen que se realiza, por cuestiones prácticas, y para que la actividad ofrezca una imagen que corresponda a la entidad o empresa anfitriona.

La decisión no se puede dejar en manos exclusivamente del sitio o del hotel donde se lleve a cabo, pues en muchas ocasiones las personas que hacen los montajes no conocen detalles del protocolo o no cuentan con los manteles o faldones adecuados y deciden por lo que han visto en otros eventos, o por lo que sugieren quienes alquilan menajes, que no siempre asesoran bien o recomiendan lo que ellos les pueden proveer.

Mención especial merece el montaje de las mesas principales que van en tarimas. El escenario se verá mejor si llevan faldón hasta el piso, evitando que se vean las patas de la mesa. El faldón y mantel deberán ser del mismo color y no ser blancos. Los colores más usuales son el azul, vinotinto, camel o verde oliva. El blanco se reserva para cuando hay servicio de alimentos.

Hoy se encuentra gran variedad de manteles en el mercado, tanto de colores como de texturas y estampados, pero para actividades empresariales se debe mantener la sobriedad, por lo que se usarán unicolor y sin bordados.

En este tipo de mesas no se usan decoraciones elaboradas con las tapas de colores, ni adornos con recogidos de telas adicionales, eso queda para otro tipo de eventos.

De otra parte, cuando se lleva a cabo una reunión de negocios, si se cuenta con una buena mesa, no hay necesidad de poner mantel y menos usar uno blanco, a no ser que posteriormente vayan a comer en la misma mesa.

Para las actividades académicas, es recomendable que el mantel no sea blanco, pues es más fácil de que se enmugre rápidamente. Infortunadamente a veces los hoteles o quienes alquilan no tienen los colores adecuados en las cantidades necesarias y se tiene que recurrir a ese color, usualmente se consigue el número en colores alegres y muy vivos como para actividades sociales.

La mantelería para eventos sociales es otra situación. Si es formal o de gala sigue imperando los colores blanco y beige, tienen como principal ventaja que conjugan con toda vajilla, tapas y color de ambientación. Si la actividad es informal, para niños o temática, el límite lo pone la imaginación y creatividad del anfitrión o su gusto.

Si no llega hasta el piso, se sugiere que el mantel alcance la mitad de la altura de la mesa, o sea que en promedio caiga al lado unos 40, tenga en cuenta que siempre esté muy limpio y planchado y que no lleve los dobleces a la vista.

Por la cantidad de elementos que van sobre la mesa, tenga en cuenta la estética, ya que tampoco es bueno saturarla porque impide que se luzca la decoración.

Recuerde que en decoración, menos es más.

Credito
MARTHA CRUZ ESPECIAL PARA EL NUEVO DÍA

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