Comuníquese mejor y facilite sus relaciones personales

En la casa, colegio, oficina o en cualquier espacio y situación social es vital que usted tenga una buena comunicación verbal que promueva las relaciones armónicas y evite confusiones y malos entendidos.

Las personas suelen saber de qué hablan y consideran que los demás le entienden pero, muchas veces, sus interlocutores o quienes le escuchan no comprenden con claridad su mensaje, otras lo entienden a medias y, lo que es peor, entienden algo que definitivamente no es lo que quisieron decir.

Por el impacto en las relaciones personales de una buena comunicación verbal es pertinente tener en cuenta las siguientes consideraciones.

• En primer término hable claro y vocalice, con ello asegura que escuchen correctamente las palabras que dice.

• El tú o el usted. Es una cuestión cultural la utilización de estos tratamientos, el tuteo se suele utilizar con las personas con quienes se tiene familiaridad por tanto, es importante que tenga claro el entorno en el que se comunica.

• Utilice un vocabulario preciso. No diga “regáleme una gaseosa” cuando lo que desea es comprarla, ni “colocarse nerviosa” cuando lo que quiere decir es que se puso nerviosa. Evite expresiones como: más o menos, en los últimos años, en los últimos días, etc.

• Evite hablar en imperativo. Antes de decir traiga, lleve, busque, diga: por favor u otra expresión que  no suene tan impositiva.

• Sea amable al dirigirse a las personas. No agreda ni incomode a los demás con sus palabras o gestos, por el contrario, genere empatía con sus expresiones.

• Evite criticar y utilizar palabras ofensivas o soeces, no solo fastidian, sino que crean un mal ambiente para la relación y proyectan una pobre imagen de usted.

• No utilice tantas palabras para exponer algo, trate de ser preciso y concreto y permita que la conversación fluya mejor. No se exponga a que le digan o piensen que usa un lenguaje “cantinflesco”.

• Minimice el hablar en primera persona, modere los autoelogios y sea generoso con los reconocimientos a los demás.

• Hable en positivo, optimice su capacidad para ver el lado positivo de las cosas, sea propositivo y enriquezca su vocabulario con palabras cordiales.

• Controle sus deseos de dar consejos todo el tiempo como: lo que debes hacer es, lo mejor es que vayas, que digas, etc. Ofrezca sus consejos solo cuando se los solicitan o cuando las condiciones son propicias.

• Hay quienes reducen sus comentarios sobre algo a expresiones como: importante, interesante o chévere y ello denota pobreza de lenguaje. Entonces, ocúpese de ampliar su vocabulario, lea tanto como pueda, es la mejor forma de lograrlo.

• Sea prudente en el uso de los adjetivos calificativos, prefiera expresiones como: bonito, hermoso, agradable, en cambio de superlativos como: majestuoso, fantástico, divino, maravilloso, nunca visto, de locura, etc, con ellos puede transmitir algo que dista de la realidad y su mensaje pierde credibilidad.

Recuerde que los gestos y el tono dicen mucho en una conversación y puedan darle otro sentido a su mensaje.

• Dar un toque de humor a las conversaciones ayuda mucho si es oportuno pero, evite los chistes de mal gusto y de doble sentido que puedan incomodar a los demás.

Credito
MARTHA CRUZ ESPECIAL PARA EL NUEVO DÍA

Comentarios