Sin embargo, no hay nada más humano y más normal que equivocarse. Seguramente la mayoría de las veces tales errores se comenten sin la intención de incomodar y muchos de ellos se deben a falta de atención, información insuficiente, o poco análisis.

Si bien es importante recabar en la necesidad de actuar de manera más responsable en todo momento, hablamos de aquellos errores que se deben a descuido, negligencia, arrogancia o mal uso del poder.        

Una persona es capaz de superarse como ser humano y como profesional cuando se acepta así mismo y es capaz de reconocer sus propias virtudes y defectos. Entendiendo que lo importante además de reconocerlo es hacer las correcciones del caso para que se ajuste la situación si es posible, o se resarza de alguna manera la injusticia causada si fuere el caso.

En sus actuaciones tenga en cuenta:

* Reconocer que es un ser humano y que, como tal, estás expuesto a equivocarte y a cometer errores.

* Evitar la arrogancia y entender que reconocer con humildad no es humillante.

* Evitar la pretensión de infalibilidad o el considerarse dueño de la verdad absoluta.

* Reconózcale a los demás el derecho a pensar diferente a usted, no se incomode ni  disguste por ello.

* Escuche y analice otras versiones, no se apresure a tomar decisiones sobre la primera información que le den, otros también pueden estar equivocados.

* Escuche a quienes saben del tema sin pensar que ellos quieren superarlo  o ignorar su autoridad. 

* Toda persona por humilde que sea puede ofrecer un concepto que aporte.

* Asumir una jefatura no implica asumir una posición de infalibilidad.

* Los padres también se equivocan. No le tema aceptar ante su hijo que cometió un error, aproveche la oportunidad para darle una enseñanza al niño.   

Las personas que creen que aceptar los propios errores rebaja su estatura están equivocados, por el contrario, ante los demás serán más grandes quienes tienen la fortaleza y son capaces de aceptar con serenidad que se equivocaron.

Reconocer sus errores es lo que le dará la altura moral, para exigir, y ser modelo ante hijos, subalternos y la comunidad. Esto es el principio del respeto por los demás, igualmente usted podrá pedir a los demás que actúen de igual manera.    

Y claro, lo importante además de reconocer los errores es enmendarlos y hacer el máximo esfuerzo por no caer en ellos.