Organizar eventos requiere conocimiento

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Es bueno valorar lo que se sabe y muchas veces no hay que decirlo porque sus actuaciones dan prueba de ello. Pero, es preciso que cuando no sepa algo, también lo admita y no se comprometa a llevar a cabo tareas para las cuales no está calificado, corriendo el riesgo de que no salgan bien a pesar de su buena voluntad.

Hoy son muchos quienes, sin contar con el conocimiento ni la experiencia mínima requerida, posan de organizadores de eventos y de manera irresponsable se comprometen a organizarlos, con la idea de que es muy fácil y basta con el sentido común, haber organizado alguna fiesta y tener buena voluntad.

En forma equivocada consideran que no se requiere de técnica alguna para asegurar que se logren los objetivos esperados, que se optimicen los recursos y que tanto anfitriones como invitados se sientan satisfechos y recuerden con agrado el evento. Conviene

 

Recomendaciones para los anfitriones:

 Busque profesionales del oficio que tengan el conocimiento y la experiencia necesaria. No deje su inversión en manos de quien no sabe del tema.

Bien dicen que “la dicha de un bajo precio no compensa la amargura de un pobre resultado”. No tome decisiones basado solo en el precio, al final puede salirle más costoso. En cuestión de eventos no es fácil realizarlo bueno, bonito y barato, aspire a lograr que su actividad le resulte buena, memorable y a un precio razonable.

Es un mito que lo bueno siempre es costoso. Quien sabe del tema puede encontrar productos de buena calidad a buenos precios. Para ello es importante planificar y hacer las compras o contrataciones con anticipación, así no tiene que pagar lo que le pidan.

A la vez, gastar mucho tampoco le asegura el éxito. Busque que todo tenga su justa medida y proporción. Ningún exceso es bueno, por el contrario, muchos adornos, cambios de traje, agendas muy largas, exceso de comida, demasiada música o actos de entretenimiento, puede malograr su evento.

 

Recomendaciones para quienes organizan eventos:

 Estudie protocolo social y corporativo y prepárese para ofrecer un servicio de calidad. En muchos casos deberá actuar como asesor.

Colabore para que no se gaste más de lo justo, no le haga pagar excesos al anfitrión.

No todos los protocolos que ve en televisión o revistas, por modernos que sean o los registren como lo mejor, son adecuados. No siempre lo que está de moda es lo mejor ni lo apropiado, que otros lo hagan no significa que esté bien hecho.

Evítele problemas a los anfitriones, cumpla con las normas, un trago ilegal o una comida que resulte en mal estado pueden ahorrarle unos pesos, pero al final puede resultarle muy costoso.

El protocolo se mantiene vigente. Asesore al cliente, planifique tiempos y movimientos. No tienen que hacer todo a la vez, una programación demasiado larga fatiga a los invitados.

El organizador realiza un trabajo y debe actuar como tal, no es adecuado que se comporte como invitado o anfitrión y termine sentado en la mesa principal o en tertulia con los asistentes.

Un evento bien planificado y ejecutado optimiza los recursos y satisface a las partes involucradas, para ello se precisa conocimiento, experiencia y atención extrema a los detalles. Recuerde que infortunadamente en un evento lo que más se nota son la fallas, así sean mínimas.

Credito
Martha Cruz

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