Llegó diciembre con sus celebraciones

TOMADA DE INTERNET - EL NUEVO DÍA
Llegó diciembre y con él múltiples momentos para celebrar. El último mes del año es especial no solo por ser navidad, sino por las numerosas celebraciones que se realizan: es época de grados, despedidas, prom, primeras comuniones y matrimonios, entre otros.

Cada anfitrión de esos eventos aspira a que todo salga muy bien, bonito, bueno, y casi todos lo quieren bien barato. Sin embargo, el positivo resultado del evento no tiene que ver únicamente con una alta inversión, tiene que ver más con la habilidad y conocimiento para planear y ejecutarlos y sobretodo con la anticipación con que se proyecte; éste último es uno de los factores que permite hacer mayores economías.

Es importante definir el tamaño del evento o sea el número de invitados que quiere, ello afecta directamente los costos. Entre más convoque, necesitara más espacio, más comida, más meseros y en fin, más de todo.

Si proyecta un evento muy elegante también deberá tener en cuenta que implica una comida más elaborada, una mejor tarjeta de invitación, un lugar acorde con el estilo y mayores exigencias en el vestuario. Para estas fechas la gente prefiere ropa informal, las fiestas que se preparan de gran gala han perdido asistentes pues pocos desean usar smoking y traje largo.

Recuerde invitar solo a sus amigos. A quienes apenas son conocidos no los convide, pues al no tener una relación cercana tiene más posibilidades de que no asistan o que confirmen por salir del paso y no se presenten porque sienten poco compromiso con la persona, e inclusive algunos van presionados y en varios casos con poco gusto.

Tenga en cuenta que para los invitados asistir a reuniones como matrimonios, primeras comuniones o confirmaciones el 25 y 31 de diciembre es una complicación. Si quiere tener mayor concurrencia planee sus fiestas en fechas menos congestionadas.

Elabore un presupuesto realista y procure ejecutarlo con sus recursos, no quede endeudado por el próximo año con cargo a la fiesta de matrimonio o de 15 años. No pretenda impresionar con un evento muy costoso, una invitación sencilla, con gusto, con mucha amabilidad, calidez y una rica comida, puede ser más divertida y dejar una mayor y mejor recordación que una fiesta llena de adornos brillantes y oropeles.

Recuerde que es tan importante ser un excelente anfitrión como ser un buen invitado. Cada uno tiene tareas específicas que cumplir para pasar una velada memorable. Podrá hacer una muy buena reunión sin protocolos especiales, pero no podrá salir bien la actividad si no tiene en cuenta las normas de cortesía, que no son más que la expresión de respeto por cada una de las partes, que comienza por invitar con el tiempo suficiente de una parte y llegar cumplidamente al evento por la otra.  

Credito
MARTHA CRUZ

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