William Ospina revela ‘El dibujo secreto de América Latina’

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
En su última obra el Rómulo Gallegos habla del grave peligro que corre el planeta, y se pregunta sobre la identidad latinoamericana.

El escritor tolimense William Ospina arrancó el 2015 con un nuevo libro publicado, esta vez rotulado ‘El dibujo secreto de América Latina’, con el sello editorial Penguin Random House.

La obra es un compendio de ensayos y conferencias que han marcado su prolífica carrera, y en los que hace un llamado a promover una nueva relación con la naturaleza.

Temas como la cultura en tiempos de penuria, García Márquez, los relatos y el cine; Borges y Ginebra, nuestra edad de ciencia ficción y la hora de un continente son algunos de los contenidos que trae el galardonado literato en esta pieza.

En síntesis este libro trata sobre el papel que puede llegar a cumplir América Latina para enfrentar los graves desafíos del mundo contemporáneo en el campo del pensamiento, la creatividad artística, la literatura y la política, esta última reflexionando sobre el camino que se está abriendo con la nueva epistemología del sur, en la que los pueblos están proponiendo nuevos criterios para medir el desarrollo no solamente en un crecimiento económico o una provisión de servicios públicos o modelos de educación atada a la industria, sino hacia el respeto de la naturaleza, el saber vivir, el bienestar, la búsqueda de la felicidad y la armonía de las comunidades como prioridad.

En sus escritos, el Rómulo Gallegos argumenta que América Latina creció convertida en una región subalterna de las grandes potencias europeas, y que si bien hace dos siglos tomó la iniciativa de ser independiente y de tener una agenda propia frente a la historia, ha sido muy lento el proceso de despertar de esa conciencia “de que somos distintos, de que no somos España ni Portugal”.

Su mensaje es muy claro: “Ya es hora de que América Latina deje de funcionar siguiendo la agenda que le dictan los países del llamado primer mundo. Ya es hora de que deje de funcionar siguiendo las pautas de la industrialización, el desarrollo y el crecimiento que le dictaron siempre esas metrópolis”.

A la vez, planea que las causas de la degradación del planeta y los grandes peligros que vive el mundo están en esa industrialización irrestricta, en esa teoría del crecimiento y el desarrollo, por tanto “debe construir un discurso, una filosofía y una agenda propia para enfrentar los temas del mundo”.

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REDACCIÓN SOCIALES

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