Que a partir del arte, el deporte y la cultura ciudadana logre un barrio cambiar su historia, es la apuesta de este, ubicado en la comuna Once de Ibagué, reafirmando su compromiso niños, jóvenes y adultos en alcanzarlo.

Y esto, partiendo de una apuesta que vienen llevando a cabo los residentes de El Bosque, un sector que sigue sintiéndose estigmatizado aún cuando existen varios ejemplos de superación y proyección. Así lo manifestó Steven Bernal, presidente de la JAC en la parte alta.

Porque, aunque el barrio no se consideró en un comienzo estar sectorizado, las circunstancias hicieron que se delimitaran fronteras invisibles que solo han dejado como resultado rivalidades y la pérdida de oportunidades.

De ahí que la comunidad decidió tomar las banderas y liderar una agenda para cambiar la situación, apostando al mejoramiento de su entorno y la conducta que ahora es un asunto de todos.

Sus necesidades

El Bosque es un barrio constituido hacia la década del 60, justo detrás del Cementerio San Bonifacio, contando con varias vías de acceso. Sin embargo, en la actualidad su entrada principal que tiene un puente sobre un paso del Canal de Mirolindo, está sin barandas.

Además, no cuenta con reductores de velocidad, ocasionando estas dos situaciones varios accidentes donde han salido perjudicadas varias personas. Según Bernal, es urgente que se realicen estas dos intervenciones que sin duda cambiarían el tránsito vehicular y de peatones.

Asimismo, la adecuación de la cancha de arena (que también es su ‘salón comunal’) donde entrenan fútbol 60 menores de edad, incluso de barrios cercanos, que han visto en este deporte una oportunidad de éxito. Pues manifiestan que su referente es James Rodríguez, quien en su infancia entrenó en el cercano barrio Departamental.

Cabe señalar que este espacio se ha desgastado y es necesario que una malla lo encierre, debido a su cercanía con el canal de aguas. Además, el cambio de los arcos que están deteriorados y un apoyo para comprar más elementos para entrenar.

Lo anterior, debido a que el entrenamiento se hace entre los mismos habitantes del barrio, quienes se han convertido en mediadores de paz pero con pocas herramientas. “Existe un espacio al lado de la cancha que está enmontado y queremos adecuarlo para que se convierta en zona de lectura, un lugar donde las familias se encuentren y los pequeños hagan sus tareas.

Pero hasta el momento solo logramos sacar a los habitantes de calle que buscan pasar la noche allí, creando más inseguridad en el barrio (...) este lugar se convertiría en uno donde podamos hacer muchas actividades en beneficio de la comunidad”, agregó Bernal.

“Merece ser un barrio de colores”

Sumado a estos puntos de encuentro, los habitantes luego del festival de graffiti que dejó a los colores tomarse varios espacios comunes, quisieron seguir borrando las fronteras con arte.

“Ha surgido interés de los habitantes para que pintemos los postes y escaleras que hasta el momento están sin nada, están feos (...) y como hay tantos fanáticos del Deportes Tolima, queremos que el Vinotinto y Oro se tome las calles (...) extendemos ese llamado para que se haga realidad y así cambie la imagen que tienen de nuestro barrio. Este merece ser un barrio de colores.

“Ya tenemos un escudo que queremos pintar en el mural de la entrada, que también está por terminar; agregar el escudo de Ibagué y que sea una labor de todos, porque en consenso los pequeños y adultos han tomado las decisiones”, confesó el presidente de la JAC parte Alta.

Agentes de cambio

Las inquietudes y respuestas, además de las acciones, se han dado gracias al esfuerzo de toda la comunidad, que desde su Junta de Acción Comunal han visto una plataforma para generar cambios.

No obstante, también existe una Junta Infantil, que tiene voz y voto en el barrio, y que aporta a las actividades que se lleven a cabo allí. “Son niños y niñas que generan propuestas y que entre todos las logramos. Por ejemplo, en este tiempo de pandemia no hemos podido volver a salir a jugar, pero nos la ingeniamos para ver cine bajo todos los cuidados y así entretenerlos”, apuntilló Bernal.

Y finalizó: “La intención de nosotros es empezar a romper fronteras, que trabajemos por todo el barrio, e incluso por toda la comuna (...) recuperar lo que se ha perdido, y cambiar el estigma que tenemos”.

Destacado

El espacio que quiere recuperarse como zona de lectura, será para toda la comunidad que tiene un gran porcentaje de personas analfabetas.

Dato

Para comunicarse con la JAC y aportar al cambio, comuníquese al número 3118498515.