Ejecución en la plaza Murillo Toro aumenta, pero también las dudas por manejo contractual

JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA
Mientras la Gobernación aún no termina de explicar cuál fue la causa del incumplimiento de más del 85 por ciento, ahora genera inquietud la llegada a supervisar el proyecto de Luis Fernando Díaz Cabrera, esposo de la secretaria Administrativa del Departamento.

La Gobernación del Tolima anunció que desde el reinicio de las obras en la plaza Murillo Toro hace 15 días, el proyecto aumentó a un 54 por ciento de ejecución, pero no explica aún por qué le permitió al contratista llegar a un incumplimiento del 85 por ciento.

Pero además de lo anterior, un aspecto nuevo que aumenta la inquietud sobre el proceso es que durante la visita al lugar, del gobernador Óscar Barreto Quiroga el pasado viernes, quien le presentó hasta los mínimos detalles del proyecto no fue precisamente el contratista.

Le ofreció la guía el ingeniero Luis Fernando Díaz Cabrera, esposo de la actual secretaria Administrativa del Departamento, Martha Lucía Padilla.

Este profesional es conocido porque luego de ser un fuerte crítico de las obras del Alcalde Jesús María Botero comenzó a ser contratado por el Municipio.

Recientemente, se ha visto envuelto en controversias por su presencia en otros proyectos en los que hay dineros de la Gobernación del Tolima, siendo contratado por terceros muy cercanos a la administración Regional, como el Comité de Cafeteros del Tolima (ver recuadro).

¿Cuota de gremios?

La directora de Planeación Departamental, Elvia María Garzón, explicó que la Cámara de Comercio de Ibagué y la Asociación para el Desarrollo del Tolima, ADT, coadyuvan en la iniciativa.

La Cámara financió los diseños de remodelación, los estudios técnicos y la ADT apoyó con el ingeniero Luis Fernando Díaz Cabrera.

Al preguntársele si no creía incómodo presentar a la opinión pública al esposo de la secretaria Administrativa del Departamento asignado a una obra con características similares a otra que desarrolló él en la carrera Tercera, la funcionaria contestó que los diseños son “producto de un concurso”.

“Se lo ganó el arquitecto Javier Bonilla y son exclusividad de él y la Cámara de Comercio, no sentimos que haya ninguna incomodidad o inconformidad en este tema”, finalizó.  

Negó además que la participación del profesional en el contrato vaya más allá de la asesoría que presta.


Contratista estrella

El ingeniero Luis Fernando Díaz Cabrera se hizo conocido por ser, primero, crítico del proyecto Corredor Cultural de la Calle 10, y posteriormente, recibir un contrato para la renovación urbana de la carrera Tercera y , posteriormente, otro para que corrigiera las anomalías de la calle 10, procediendo a fundir en concreto los cruces que eran adoquinados.

Luego, entró como supervisor de la interventoría prestada por la Sociedad Tolimense de Ingenieros al convenio de la Alcaldía para las nuevas reparaciones del fracasado proyecto panóptico de Ibagué; en dicha iniciativa la Gobernación participa con el 50 por ciento, es decir, unos 800 millones de pesos.

Más recientemente, el 25 de agosto, se vio envuelto en una controversia por señalamientos elevados por el abogado Orlando Arciniegas Lagos. Indicó que Díaz Cabrera, siendo esposo de la secretaria Administrativa del Departamento, fue asignado por el Comité de Cafeteros del Tolima (entidad cuestionada por sus millonarios convenios de obras públicas con la Gobernación) para la ejecución de un contrato con la administración regional, para la construcción de un colegio en el municipio de San Antonio.

Arciniegas hizo público en ese momento un video en que, según él, Díaz Cabrera está agitando a la población estudiantil para que la Alcaldía entregue un lote para la obra.

En diálogo con EL NUEVO DÍA, el ingeniero Luis Fernando Díaz Cabrera fue austero en sus declaraciones al respecto de su presencia en esta y otras obras en las que se invierten recursos de la Gobernación, entidad donde trabaja su esposa. “En donde yo pueda desempeñarme profesionalmente, y si puedo desarrollar una buena labor, si puedo aportar lo poquito que pueda saber estoy presto para ayudar”.

Confirmó que la asesoría para el proyecto del Murillo Toro es pagada por la Cámara de Comercio.

De la aparente similitud de la técnica de instalación y materiales que usó en su contrato de la carrera Tercera entre calles 15 y 19 y los que se están empleando en la plaza Murillo Toro, comentó que las baldosas de grano de mármol son diferentes a las de la tercera en su grabado y proveedor, que en este caso es la empresa Alfa.


En síntesis

La directora de Planeación Departamental omitió de nuevo los detalles del incumplimiento del contratista y del arreglo al que llegaron para no decretarle la caducidad y mejor adicionarle  plazo de tiempo, pero precisó que no han elevado ninguna acción en contra del consorcio Magaparques.

“Ellos son un consorcio e hicieron un cambio de representante legal. Son decisiones que toman al interior y no tenemos mayor vinculación con ese tema”, anotó.

Al respecto de la advertencia elevada por la Contraloría Departamental sobre el incumplimiento del consorcio, si ya ofrecieron respuesta a sus cuestionamientos, afirmó que el pasado viernes la Procuraduría General de la Nación efectuó una visita.

“Entregamos actas de avance e informes de interventoría, de todas suspensiones y adiciones de tiempo incluyendo la última del plazo, que es de tres meses para que sea terminada la obra  el 5 de diciembre. Tenemos todos los documentos al día, de acuerdo con los requerimientos de los mismos entes de control y la Dirección Nacional de Regalías”, anotó.


Dato

Quejas hay de ecologistas por los materiales que están siendo arrojados a las raíces de los árboles y palmas de la plaza, hecho que pudo constatar EL NUEVO DÍA durante la visita del Gobernador. La directora de Planeación informó que hay plantas que ya cumplieron su ciclo de vida, atendieron unas observaciones de Cortolima y están a la espera del apoyo técnico de la Corporación, para revisar si pueden “cambiar” algún material vegetal.

Credito
REDACCIÓN LOCAL

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