En manos del Gobierno local entrante quedó el estudio de revisión y ajuste estructural del Plan de Ordenamiento Territorial, POT.

El secretario saliente de Planeación Municipal, Manuel Antonio Medina, expresó que el proyecto lo tendrá que evaluar la nueva Administración municipal y “tomar en consideración” las posiciones que plantearon en este.

Entre los temas importantes que están reseñados en el estudio figura la redefinición de los perímetros urbanos, de los suelos de expansión y la nueva clasificación de los usos del suelo.

Con lo último darían fin a la controversia por la operación de negocios en zonas como Cádiz e Interlaken (ver recuadro).

El funcionario recordó que durante el mandato del alcalde Jesús María Botero presentaron de “manera juiciosa” el proyecto de modificación excepcional del POT.

Señaló que se hundió en el Concejo conteniendo otros temas importantes para la ciudad, como lo es la gestión del riesgo, los mapas de aptitud urbanística y el reconocimiento del impacto de las variantes y otras nuevas obras de infraestructura vial que se construyeron en la ciudad.

“Uno de los temas que se frustró al hundirse la revisión excepcional fue que se dejaba un polígono claro para que se estableciera la industria de mediano impacto en el Municipio.

“Mientras no tengamos una seguridad jurídica, obviamente no vamos a hacer de Ibagué esa ciudad competitiva y amable para el inversionista, que todos queremos ver”, acotó.

Al preguntársele al funcionario si cree necesario que la Alcaldía entrante de Luis H. Rodríguez elabore nuevos estudios para reformar el POT, Medina se limitó a decir que para él es un “proyecto técnicamente desarrollado” y es el que requiere la ciudad.

“Pero esa evaluación la tendrá que hacer de manera integral la próxima Administración Municipal”, finalizó.

Cumplió términos
La vigencia del actual Plan de Ordenamiento Territorial, POT, acaba el próximo 31 de diciembre. No obstante, las normas por este establecidas regirán hasta que el Municipio adelante la revisión estructural del documento.

El nuevo Gobierno local, entonces, podría bien dilatar el proceso por sus cuatro años de gestión, pero Ibagué se estancaría gravemente, al tratarse de la carta de navegación de la ciudad, lo que hace probable que el trámite de su modificación entre en la agenda 2012 de la administración local entrante.

Para hacerlo, tendrá no sólo que alinear en su favor al nuevo Concejo, sino
entrar a conciliar el componente ambiental con Cortolima.

De zonas residenciales a comerciales

Del barrio Cádiz surgen continuas quejas provenientes de las persona que todavía habitan allí. Su malestar es generado por la incompatibilidad con el uso del suelo, que es residencial, de los centros médicos y otros locales que han crecido en el sector, donde aún quedan familias tradicionales que ven con preocupación el fenómeno.

“Cádiz tiene un uso residencial, y lo que realmente se ve allí es que es del tipo institucional. En ese sentido, el POT está siendo contrario a la dinámica propia de la ciudad y el proyecto que se deja reconoce que si queremos tener una ciudad atractiva para el inversionista, que propenda por la calidad ambiental y el nuevo desarrollo urbano, debemos tener una norma que dé seguridad jurídica a los empresarios”, afirmó Medina.