En diferentes lugares del centro de la ciudad el comercio está dirigido particularmente a todo este tipo de creencias, por eso es común por estos días ver señales de humo con el popular sahumerio, espigas de colores, uvas y la popular ropa interior amarilla.

Fechas que no solo llaman al recuerdo, sino que también dan un número importante de alternativas a los comerciantes para adquirir ganancias.

“Yo ofrezco las siete esencias del sahumerio, que son flor de alhucema, romero, eucalipto, incienso, colofonia y estoraque, estas son las que sacan las malas energías y como todos los fines de año salgo a vender porque hay mucha gente que le tiene fe a esto”, sostuvo Juan Esteban Cardoso, uno de los tantos vendedores que recorre las calles.

“Se venden los interiores amarillos para colocárselos el 31 y amanecer con ellos el 1 de enero, para que todo el año le vaya bien con buena suerte; es algo que todos los años se vende”, manifestó Henry Albarrán, otro vendedor de estas prendas.

Es que entre los transeúntes la respuesta de su uso es similar todo estaría destinado a la prosperidad y a los buenos deseos, si bien para algunos son solo mitos, para otros es el sinónimo de la unión familiar, es que cada uno de estos rituales tienen diferentes propósitos con los que se busca cerrar con broche de oro el año y recibir de la mejor manera el otro.