¡Qué bolardos los del ‘Plan Centro’!

JORGE CUÉLLAR - EL NUEVO DÍA
No terminan las obras del contrato ‘Plan Centro’ y ya se empieza a cuestionar, tal como sucedió con la implementación de bolardos en la calle 12.

A pocos días de habilitada la calle 12, la lluvia de críticas no paran. A pesar que muchos ciudadanos ven la recuperación de la vía como algo favorable, consideran que los bolardos instalados fueron una mala idea para tratar de enmendar un supuesto error de la obra.

Contrario a los comentarios, el ingeniero Ricardo Ortigoza, representante legal del contrato ‘Plan Centro’, aseguró que los bolardos no solo eran necesarios, porque así lo obligaban las condiciones de la vía, sino que también darían un mejor aspecto a la ciudad.

¿Rescatar el espacio público?

El objetivo de ampliar los andenes no solo era permitir la subterranización del cableado en varias zonas del centro, sino rescatar el espacio público, pero varios transeúntes y hasta comerciantes afirman que esta idea se perdió con los ‘rompe-rodillas’.

“Los andenes los ampliaron para volverlos a reducir con los pequeños postes plantados, quizá lo hicieron para que los vehículos no se subieran al andén, pero a mi modo de ver no tiene sentido, porque si no hubiesen dejado la vía a ras, con los sardineles hubiese sido suficiente tal como hicieron en las otras calles que arreglaron”, afirmó Jhon Jiménez.

Otros se atrevieron a asegurar que velar por el espacio público debería ser labor de las autoridades ante la falta de cultura ciudadana, y que los bolardos podrían servir de sillas para los vendedores informales que ya se ven ubicados por las recuperadas vías.

Los discapacitados

Las superficies táctiles prefabricadas en concreto para los andenes, poseen un código para proporcionar la tranquilidad a las personas invidentes en el momento de transitar. El primer tipo de superficie cuenta con unas bandas en alto relieve que indican el sentido del desplazamiento y, el segundo, es en cascos de esfera para interrumpir la circulación y alertar de un eminente riesgo.

En este caso los bolardos ocupan la mayoría de las baldosas en esfera, convirtiéndose en el ‘rompe-rodillas’ que los transeúntes afirmaron. Cabe recordar que la decisión de colocar los bolardos se tomó luego de culminar los andenes y ante las quejas de la comunidad, ya que el contrato no los tenía incluidos en el proyecto.

El contratista

Ante los interrogantes generados en la calle 12 como el por qué fueron adquiridos sardineles en concreto que al implementarlos quedaron enterrados, y el andén quedó a ras de la vía, el ingeniero Ortigoza afirmó:

“Tuvimos que tener en cuenta el nivel de los locales y el de las carreras Segunda y Tercera para permitir que el agua corriera y no quedara empozada en la mitad, por eso quedó así; además, yo tengo una oficina en el sector y la gente me ha dicho que está muy contenta con la obra”.

Y complementó, “yo creo que se van a tener en cuenta (los bolardos) de ahora en adelante en la ciudad, y más cuando el nuevo Alcalde quiere adecuar andenes, arreglar vías, además muchos quieren que cambie la imagen de la ciudad y progrese”.

El contratista tuvo que cambiar las redes de acueducto y alcantarillado para volver a construir la vía y los andenes, por eso se hubiese podido implementar rejillas para las aguas lluvias, ya que la zona cuenta con una favorable inclinación y así lograr la distancia con el andén, como quedó en la calle 13.

Al parecer cuando se percató la comunidad del supuesto error, se buscó la salida y la cura para la enfermedad, siendo los bolardos, que para algunos fue peor.

Imagen eliminada.

Los bolardos podrían afectar el tránsito de personas con discapacidad.

Credito
HERYK FARFÁN

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