El abogado Orlando Espinosa confirmó que en el sector de Aparco, donde se desarrolla el accidentado proyecto de vivienda Portal de San Gabriel, en efecto hay un serio problema de vertimiento de aguas, pero, contrario a lo que se había dicho, responsabilizó a los dueños de al menos seis establecimientos contiguos.
Según el profesional, tres restaurantes, una institución educativa, una fundación y un taller de metal mecánica vecinos del proyecto, se han negado durante dos años a instalar la tubería domiciliaria que conduzca las aguas negras hasta un pozo y así, aliviar ese dolor de cabeza.
“Durante años han descargado las eces que ellos producen en el terreno, ahora, se hizo el diseño hidráulico, y siguen botando los desechos, por eso el mal olor”, indicó.
En este caso, los particulares serían quienes deben pagar la conexión con la red de alcantarillado, y así, evitar problemas de salubridad.
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