Dicen los habitantes de los barrios La Ceibita, Nazareth y El País, que tienen que vivir como si estuvieran encarcelados, pues no pueden abrir puertas ni ventanas, ya que al hacerlo se ven expuestos al polvo que levantan dichos automotores.

Uno de los vecinos indicó que en verano la inmensa cantidad de polvo es el pan de cada día, y que cuando llueve la situación es peor, pues les toca vivir entre fango y lodo.

Con clamor, piden las cerca de 200 familias que viven en este sector, les sean pavimentadas las calles, y así evitar que niños y ancianos, puedan enfermarse de sus pulmones. El problema es que en una visita efectuada por el Ibal, les indicaron que se debe cambiar la red de acueducto y alcantarillado, al parecer, a la comunidad le tocaría pagar estas adecuaciones.

Lo que sí es claro, según lo indicado por los vecinos, es que si no hay un pronunciamiento oficial para que les resuelvan el problema, se verán obligados a las vías de hecho, como bloquear las calles para impedir el paso de las busetas.