Cortolima declaró desierta polémica licitación por $5 mil 970 millones

ARCHIVO – EL NUEVO DÍA
Algunos oferentes sostienen que las propuestas no fueron calificadas objetivamente y no quedaba otro camino que no adjudicar el contrato.

Se cayó la licitación del colector Quintas Cano que adelantaba Cortolima y sobre la cual recayeron varios cuestionamientos por el presunto direccionamiento del proceso hacia el Consorcio Aguas Tolima.

Sin embargo, la decisión aún no está en firme, pues hay dos recursos de reposición que debe resolver el director de la CAR, Jorge Enrique Cardoso, tanto del consorcio Aguas del Tolima como del consorcio Hemar, segundo habilitado en el proceso.

Según el abogado Luis Felipe Aranzales, apoderado del Consorcio Hemar, lo más sano era declarar el proceso desierto, puesto que se pretendía adjudicar una obra de gran magnitud a un oferente que no acreditaba la experiencia en la construcción de redes de acueducto.

“Nosotros consideramos que en alguna medida existe un tratamiento laxo a este proponente porque es la primera vez en la historia de Cortolima en que se habilita un proponente acreditando experiencia privada desde las redes de un edificio, cuando lo que se va a construir es un colector gigantesco y donde medio Ibagué va a descargar sus aguas negras y cuando a penas han hecho las redes de un edificio”, señaló el abogado.

El consorcio Aguas Tolima lo integran dos empresas y tres personas naturales, entre ellos el ingeniero Orley Vidales Useche, quien hizo parte del consorcio Acualterno responsable de contrato 060 y de las fallidas obras de la primera fase del acueducto complementario.

Según Aranzales, el consorcio para acreditar la experiencia del director y el residente de obra dos certificaciones de la ejecución de contratos con privadas.

La empresa López Construcciones certificó al director de obra en la realización de un edificio que duró siete años y que el cual la persona había realizado tareas de carácter sanitario y de alcantarillado y el comité evaluador lo avaló.

En iguales condiciones estaba el residente, que allegó una certificación de la constructora Vizcaya donde se dice que participó en todas las redes sanitarias durante el tiempo de construcción del edificio en un plazo de cinco años.

“Eso no tiene ninguna lógica y más cuando e habla de construcciones privadas que son edificaciones que no están sometidas a una norma técnica que es el RAS. Bajo ese escenario un privado no tiene la capacidad de realizar obras de saneamiento básico. Fue algo sorprendente, fue una decisión que consideramos que fue ilegal, pero el comité evaluador y el Director lo confirmó en que iban a acreditar ésta experiencia”.

El abogado Jonathan Manjarrés, representante del consorcio Colectores 2018, concuerda con Aranzales en que la decisión del Comité Evaluador no se ajustó a derecho y no estaba evaluando las propuestas de manera correcta.

“Sí se notaba que hubo muchas falencias desde los pliegos de condiciones porque presentaban muchos vacíos que generaron inconsistencias en las propuestas lo cual fue aprovechado por el comité no para hacer una evaluación objetiva sino subjetiva”, acotó.

Para Aranzales declarar desierta la licitación “pudo ser lo más sano que pudo ocurrir”, ya que no generó consecuencias posteriores, pero el hecho fue que al proponente se lo iban a adjudicar hasta que éste mismo cometió un error, si no fuera por ese error que fue anómalo y extraño, estaríamos con una propuesta adjudicada. Ese criterio de evaluación de la experiencia es un criterio nuevo y consideramos que no se compadece con la realidad técnica de lo que se va a contratar”.

 

El error del único habilitado

La licitación fue declarada desierta debido a que el Consorcio Aguas Tolima estaba en causal de rechazo al ofertar por debajo de las cantidades establecidas en el pliego.

El abogado Ernesto Espinoza, apoderado legal del contratista, interpuso un recurso de reposición y pidió al comité evaluador hacer caso omiso en el error en las cantidades y adjudicar el proceso bajo los principios del interés general, eficacia y celeridad.

Sin embargo, para Aranzales “existía un error en la propuesta económica que era insubsanable, porque otorga puntaje y es la base del proceso. Como el proponente afectado ofertó una cantidad inferior se declaró desierto el proceso”.

Aunado a lo anterior, Cardoso habría incurrido en un error de procedimiento violando el debido proceso de los participantes, porque según Aranzales, no se corrió traslado de las ofertas en el aspecto económico para las respectivas observaciones.

Vale mencionar que Cortolima rechazó la oferta del consorcio Hemar debido a que el Director de Obra, Mario Gabriel Jiménez, no podía acreditar el 100% de la disponibilidad al proyecto, pues hace parte del consorcio que ejecuta la construcción del colector La Guadaleja y que fue contratada por Cortolima.

 

Cifra

9 propuestas fueron allegadas a la licitación para la construcción y mejoramiento de colector Quintas y Ferrocarril. 

 

Frase

"Cortolima siempre había eliminado a estos proponentes y esta fue la primera vez en la historia en que se aceptó una experiencia entre privados y lo que cuestionábamos era que estos profesionales en su vida habían hecho un acueducto contratado  por el RAS", Luis Felipe Aranzales.

 

Cifra

5 mil 970 millones de pesos es el costo de la inversión. 

Credito
EL NUEVO DÍA

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