Villa Ilusión: El barrio fundado por educadores

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
Entre las calles 36 a la 37, con carrera Sexta y Séptima, se encuentra la urbanización Villa Ilusión, en la que viven tranquilamente más de 340 personas que encontraron en este lugar un punto estratégico de vivienda.

Este barrio nació hace más de 45 años por iniciativa de docentes que vieron en el sector el hogar ideal para cumplir con sus labores diarias en la Institución Educativa San Simón y la Universidad del Tolima.

Alrededor de 60 profesores tomaron la decisión en ese entonces, de comprar la manzana y así hacerse un merecedor espacio de descanso, que les facilitara su movilización y una llegada temprana a casa.

Para muchos la arquitectura de Villa Ilusión es llamativa y curiosa; a simple vista pareciera un conjunto residencial, no obstante la manzana está establecida como barrio, así lo aclaró el presidente de la Junta de Acción Comunal del sector, Germán Cortés, quien ha sido parte de su historia. Contó que la personería jurídica se logró en 1979.

“Estos predios eran del Municipio y se lograron adquirir para empezar con la construcción, lo primero que se hizo fue Torres de Chicalá”, agregó.

Con esfuerzo, gestiones y ahorros de años se hicieron los primeros edificios de apartamentos que cuentan con nombre propio, incluso algunos haciendo homenaje a características del departamento. “Varios profesores fueron agrupándose y haciendo parte de la construcción; después se logró hacer la torre de apartaestudios, se construyó el Alfa III, Acandí y Tupinamba”.

 

Características

Un ambiente de paz y armonía se siente en Villa Ilusión, cada habitante sabe respetar su entorno, disfrutar de su espacio y responder positivamente a las normas básicas de convivencia, lo que ha caracterizado a la Urbanización como un espacio tranquilo.

Y a pesar de no contar con muchas zonas comunes, que les puede impedir el amplio desarrollo de actividades, los ocupantes han logrado consolidar unión y buenas relaciones interpersonales que han demostrado en los constantes eventos que hacen para conmemorar o celebrar fechas especiales, ya sea con eucaristías, celebrar la Novena, halloween, entre muchas más.

La iniciativa de la JAC por cuidar de sus pocas calles y zonas también ha sido primordial, a través de asados, la venta de tamales, sancocho o diferentes reuniones de esparcimiento en las que logran recoger los recursos necesarios para poder responder a los daños que corresponden al barrio, debido a que por contar con seguridad privada, en ocasiones, se les han negado los arreglos de luminarias o hundimientos de calles.

“Como tenemos este punto cerrado, eso también es un talón de Aquiles. No nos prestan mucha atención por tener la reja, por ejemplo se dañó una luminaria e Infibagué dice que no puede repararla porque hay portería, entonces nos toca a nosotros”, contó Cortés.

 

Distribución

Después de adquirir el área, los docentes se organizaron en grupo para evitar inconvenientes y se repartieron el terreno conforme a la inversión hecha, “lotearon de acuerdo a los ingresos de cada uno”.

De esta manera, lo que empezó como una solución primordial de vivienda, después sería un negocio de construir y vender a más profesionales de la educación, quienes vincularían a más personas que no estaban únicamente en el sector educativo.

Actualmente, el 50% de los habitantes de Villa Ilusión son profesores, y la cifra de inscritos al libro de la Junta de Acción Comunal reúne alrededor de 346 nombres.

El hecho de contar un espacio reducido no le ha impedido a la Urbanización dejar de proyectarse, motivo por el que actualmente se está construyendo el edificio ‘El portico de la Gloria’, en el que se ampliará en 21 viviendas más la capacidad del sector, pasando de 126 a 147.

 

Aspectos negativos

Una de las grandes falencias de la Urbanización tiene que ver con la ausencia de espacios para el libre esparcimiento, como el caso de un parque y zonas verdes, “aquí se proyectó todo pero no tenemos parque, el área que tenemos es muy pequeña y limitada”.

A pesar de todavía contar con dos lotes sin construirse, el espacio no puede ser utilizado por seguridad, debido a que allí se encuentra un transformador de 13 mil kVA, “se gestionó algo del parque biosaludable y cogió demasiado impulso, pero cuando vinieron a hacer la visita dijeron que no se podía porque había un transformador y era cien por ciento peligroso”. 

Asimismo, otra de las limitantes tiene que ver con que las entidades municipales no llegan, debido a que, por tener portería lo consideran un espacio privado, “tenemos la desventaja que por estar cerrados el municipio no nos colabora (…) Para algunas cosas del municipio somos conjunto cerrado y para otras nos volvemos una unidad abierta”, comentó Cortés.

No obstante, no en todos los casos se han recibido negativas, pues según Cortés, han tenido gran apoyo de la Policía Metropolitana de Ibagué no solo en seguridad sino en actividades de desarrollo cultural.

“Tenemos positivismo frente al apoyo de la Policía Nacional, ellos sí nos apoyan mucho. El coronel Morales nos colaboró en actividades con los niños; para el 31 él nos dio la papayera, los recreacionistas y pintucaritas”, finalizó Cortés.

Credito
EL NUEVO DÍA

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