El Imdri pospuso para el 9 de abril la audiencia de incumplimiento parcial a la firma Hidripav que adelanta las obras de intervención de las piscinas de la calle 42.

Sin embargo, hay varios aspectos que no han sido ventilados por el Imdri y la Alcaldía y que dilatarían la entrega del escenario deportivo.

Lo anterior porque dentro del alcance del contrato y el presupuesto de los nueve mil 728 millones 452 mil pesos adjudicados no fue incluida la intervención de la piscina olímpica.

Lo anterior llevaría no solo a la adición en tiempo, sino en recursos y que estaría alrededor de los tres mil 500 millones de pesos.

La información fue confirmada tanto por el abogado y asesor del Imdri, Rodolfo Salas, y el supervisor de los contratos de obra, el arquitecto Edwin Niño.

El Imdri aún no ha decidido si adiciona el contrato, si lo incluye como un ítem no previsto, o se convoca a una nueva licitación, pues como se ha anunciado el contratista ha incumplido en el cronograma de ejecución.

¿Faltó planeación?

EL NUEVO DÍA habló con el arquitecto Edwin Niño, quien sugiere que no se incluyó la piscina dentro del alcance del contrato con base en la ‘presunción de buena fe’. Según el profesional, la Federación Nacional de Natación avaló en 2015 la piscina para el desarrollo de las competencias. No obstante, cuando Hidripav inició la ejecución se evaluó su estado, determinando que no cumple con las medidas reglamentarias en su área y el enchape estaba suelto.

“No fue incluida dentro del alcance inicial porque ahí se hicieron competencias, se hicieron marcas y fue avalada por la Fecna. Pero, ¡oh sorpresa!, cuando llegó el constructor nos dice ‘miren desocupemos la piscina para mirar el estado en que está el enchape’, se midió y no cumple las medidas, es un poco más pequeña. Y si no cumplía entonces cómo se hicieron los juegos”, cuestionó Niño.

En cuanto al recubrimiento de la piscina, según el profesional, una vez se desocupó se halló que los azulejos “haciéndole fuerza con la mano se caían”.

“Adicionalmente llevaba una impermeabilización llamada poliuria y en muchos de los sectores estaba mal instalada, no estaba haciéndole el sello a la piscina. Entonces se nos abrió otro frente de trabajo que estamos analizando, qué hacemos, porque la piscina hay que dejarla cómo es”, agregó Niño.

Según el profesional el enchape prácticamente era sostenido por la presión del agua.

El cuestionamiento

El Municipio junto con Coldeportes pagó 1.500 millones de pesos a la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI) para realizar el peritaje a las obras ejecutadas por Jorge Alexánder Pérez Torres, preso en La Picota.

¿Por qué la SCI no alertó al Imdri del estado de la piscina? Pero no solo sería la SCI, sino la Contraloría General que a través de profesionales de la Universidad Nacional hizo una evaluación de lo ejecutado en 2015.

EL NUEVO DÍA trasladó la inquietud a Niño, quien reconoció que “muy seguramente sí” la SCI debió percatarse sobre estas irregularidades, pero argumentó en favor de la misma que “lo que hicieron fue analizar, darse cuenta que habían unas filtraciones y revisaron la estructura. Incluso, los de la Contraloría también vinieron, pero dijeron que había qué mirar si era el enchape o el concreto”.

¿Por qué renunciaron los Directores de obra y

de interventoría?

 La gerente del Imdri, Diana Cepeda, exigió a Hidripav la renuncia del Director de Obra y de la Interventoría, quienes se habrían convertido en la piedra en el zapato para el avance de los trabajos en la calle 42.

Edwin Niño lo confirmó bajo el argumento que una de las “obligaciones del contrato es ser realmente proactivo y buscar soluciones con respecto a las obras en lo que más se pueda e incluso recomendar si algo estaba mal y ya la entidad tomaría la decisión con el consultor”.

De acuerdo con el profesional, el director de obra, Alberto Tello Durán, “no ejecutaba la obra, no contrataba a la gente, la despachaba (...) y posiblemente esta omisión y pernicia o desidia por parte del Director de obra nos llevó a estar en esta situación”, de atraso.

Lo mismo ocurrió con el vocero de la Interventoría que no era “proactivo”. Según fuentes cercanas al proceso, existen documentos donde Tello Durán habría puesto en evidencia falencias en los diseños. 

¿Qué obras se contrataron?

El alcance del contrato actual y adjudicado a Hidripav prácticamente está enfocado a la construcción del edificio de artes marciales y de la gradería que corresponde al 60% de la ejecución del mismo. Esta obra es la que representa el mayor atraso en la ejecución del cronograma y que supera el 20%. Por esta razón, el Imdri abrió un proceso de incumplimiento parcial al contratista.

¿Pero el atraso puede ser atribuido al contratista? Según Niño, sí, debido a que éste demoró en el inicio de los trabajos al no contar con el personal y la maquinaria para empezar los trabajos en enero.

Sin embargo, no sería del todo real si se tiene en cuenta que una vez el contratista dio inicio a la cimentación y la perforación, halló roca y que no estaba contemplada en los estudios de suelos realizados por MC Construcciones y Consultoría, firma contratada por el Imdri para el ajuste a los diseños elaborados por Typsa.

Cada pilote debe tener una profundidad de 12.80 metros. Según Niño, en uno de los pilotes se halló roca a los 4 m, en otro a los 10.75 metros y el adicional a los 9 m.

Por esta razón, el Imdri requirió a MC Construcciones y pidió ajustar los diseños.

Niño agregó que en el reajuste a los diseños, el consultor tomó la información del estudio de suelos de Typsa para comparar lo que había, adicional de la información del peritaje de la SCI y también llevó a cabo sus propios levantamientos y estudios. “Por eso se les está diciendo: ‘oigan dentro de sus estudios aparece una cosa, diseñaron unos pilotes a una profundidad, pero encontramos rocas, entonces hay que ajustar para ver qué es lo que pasa”.

¿Fallaron los estudios de Mc? Niño indicó que probablemente en la realización de los apiques “que es una prueba aleatoria (...) no le dieron a ninguna roca que podría ser, pero efectivamente sí se les ha requerido y han estado pendientes”.

“Vale destacar que para el arquitecto el atraso no es producto de las falencias de los diseños, sino de la demora del contratista en contratar el personal para ejecutar la obra”.