El predio Bellavista, ubicado en la vereda Ambalá parte alta pertenece a la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima, según escritura pública Nº 1407 de junio de 1986; esta zona fue denominada por la misma entidad reserva forestal protectora de Bellavista en el año 2000, entrando así en la categoría de bien público.

El lugar, por su belleza natural es visitado por senderistas, ciclistas, entre otras personas que realizan actividades deportivas, interesadas en apreciar la Reserva. Sin embargo, la sorpresa para los turistas fue mayúscula cuando desde finales de abril se encontraron con una carretera improvisada, que se está construyendo por el camino donde iba un sendero ecológico.

“Estuve en el predio de la Reserva Forestal Bellavista el 28 de abril, soy caminante y antes transitaba por un sendero que dirige al barrio El Salado y ahora ese camino que era de bosque tropical nativo y que también tenía parte reforestada, hay trazada una carretera, intervenida con maquinaria pesada y que lleva aproximadamente 4 kilómetros”, comentó un visitante recurrente del lugar.

Esta apertura carreteable al parecer fue realizada por el propietario de un predio cercano a la zona protegida, por lo que Cortolima estaría adelantando el proceso para sancionar al posible infractor.

Con preocupaciones

Las afectaciones en el terreno son cada vez más evidentes debido que al abrir carretera; el suelo se ha agrietado, devastando el sendero ecológico y dejando también empozamientos de agua al lado del camino que tienen una profundidad cercana a los cinco metros, por otra parte, la preocupación es que si se presenta desbordamiento la tierra iría a caer sobre el bosque nativo.

El camino que dirige a El Salado a lo largo de 14 kilómetros, que antes tenía tres metros de ancho cubiertos de bosque, ahora tiene cuatro kilómetros de tierra árida en lo que va de la apertura con una amplitud de más o menos ocho metros.

Lo que más preocupa a los visitantes de la reserva es que esta carretera se abrió en poco tiempo, lo que supondría que quienes la están realizando lo hacen a un ritmo apresurado sin que todavía se ejerza control por parte de las instituciones responsables.

Cabe recordar, que en el año 2014 el abogado externo de Cortolima, Fernando Salazar Perdomo, formuló una querella de amparo policivo por perturbación a la posesión en contra de un grupo de invasores, quienes ocuparon de manera ilegal el predio Bellavista.

La comunidad invasora creció durante el 2015, tanto en población como en hectáreas intervenidas con cultivos y viviendas construidas en su mayoría con madera producto de la tala indiscriminada sobre la reserva forestal protectora.

Sin embrago, en la reserva aún se aprecian cambuches improvisados y algunas casas pertenecientes a la población que seguirían ocupando la zona de manera ilegítima.

“Si en la parte alta de la carretera que está a 2450 metros de altura donde se separa la vía que conduce a China Alta y el sendero, hay un cuadrante muy grande con una depresión y al borde de esta, se pueden ver unos seis cambuches, hay otras dos casas terminadas y una a medio terminar”, mencionó una deportista que transita la zona.

El gran valor de esta reserva radica en que de ella nacen varias micro quebradas, cuya fuente hídrica beneficia a los pobladores de los barrios Ambalá y Las Delicias, al igual que contribuye a la regulación del CO2 y el clima.

La construcción de esta carretera ha perturbado parte del aprovisionamiento de flora y fauna, observándose en el lugar la tala arbitraria de árboles que han dañado el ecosistema.

Dato

El área protegida se ubica en un rango altitudinal que varía entre los 1.700 y los 2.370 m.s.n.m., tiene una temperatura promedio de 22 °C, y abarca un área total de 436 hectáreas.