Durante los últimos tres años, la proporción de ibaguereños que considera que la situación económica de su hogar ha mejorado, disminuyó de 37% en 2016, al 35% en 2017 y 30% en 2018.
En contraste, quienes consideran que la situación ha empeorado, continúa en aumento, en 2016 el 18% de los encuestados lo manifestó, mientras que el 20% aseguró lo mismo en 2017 y el 21% en 2018.
Entre las principales razones para considerar lo antes mencionado, se destacaron el costo de los servicios públicos, el costo de la alimentación y que uno o más miembros de su hogar habrían perdido su empleo.
La mayor proporción de ibaguereños que sintieron desmejorar su situación económica se concentró en las personas entre 46 y 65 años (27%), y en los niveles socio-económicos bajo (22%) y medio (8%). Ante esta situación, el 52% de los ibaguereños considera que no se puede ser optimista sobre la situación futura de la economía de Ibagué, frente a tan sólo 22% que sí lo cree.
En cuanto a las condiciones de empleo, durante el 2018, el 47% de los ibaguereños manifestó estar satisfecho con la situación laboral de los miembros de su hogar y el 24% de ellos manifestó no estarlo. La insatisfacción se concentra en los niveles socio-económicos bajo y medio con un 24% y 25%, respectivamente, posiblemente relacionada con el nivel de ingresos y las condiciones ligadas al tipo de trabajos a los que accede este segmento poblacional.
De otra parte, solo el 5% de los ciudadanos manifestó estar de acuerdo con que en Ibagué es fácil encontrar trabajo, mientras que el 82% consideró que es difícil.
Esta situación se debe a las ya conocidas condiciones estructurales de desempleo e informalidad por las que atraviesa la ciudad. La situación se extiende hasta los emprendimientos, pues sólo el 18% de los encuestados considera que en Ibagué es fácil emprender con éxito una actividad económica independiente, ante al 61% que considera que no es fácil.
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