Falencias en la calidad del suministro de agua para el consumo humano y un uso inadecuado del recurso, fueron las señales de alerta que emitió la Corporación Autónoma del Tolima, Cortolima, con relación al servicio que prestan los 32 acueductos comunitarios de Ibagué.

Según Jorge Enrique Cardoso, director de la Corporación, se evidenció que la calidad del agua no cumple con los estándares y requerimientos exigidos por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios.

“De los 32 acueductos comunitarios ninguno cumple los parámetros que exige la Superintendencia en cuanto a la calidad del agua, varios de ellos están desperdiciando en forma descomedida el recurso hídrico, afectando los intereses de los ibaguereños”, aseveró Cardoso.

La CAR hizo el llamado para que se logren estructurar actividades que permitan se optimice el trabajo de estos acueductos o por el contrario para que la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, Ibal, los incorpore a su sistema en Administraciones futuras.

“Estamos haciendo un llamado a los próximos candidatos a la Alcaldía de Ibagué, para que se apropien de este tema y estructuren una actividad de optimización de esos acueductos comunitarios, o se incorporen al sistema oficial del Ibal, para que podamos tener una muy buena calidad del agua”, manifestó el director.

Con sanciones

Cortolima señaló que de los 32 acueductos comunitarios que existen en la ciudad, más de 12 cuentan con procesos sancionatorios, siendo la mayor infracción la captación ilegal del recurso hídrico, así como el incumplimiento a los actos administrativos exigidos por la Corporación. Entre los acueductos a los que la CAR tiene vigentes dichos procesos se encuentran, los de las Juntas de Acción Comunal del barrio Ambalá, sector El Triunfo; del Ricaurte, Los Túneles, La Paz, Calambeo, Clarita Botero y la Gaviota, entre otros. Asimismo, acueductos de la zona rural de las veredas San Francisco, Ramos y Astilleros, Tres esquinas, Coello Cocora y Curalito parte alta. Dichas sanciones pueden ir desde amonestaciones escritas, hasta multas económicas para los prestadores del servicio, no obstante, la más rigurosa es la caducidad de la concesión de aguas de las que ya tres acueductos se encuentran en riesgo, según manifestó Cardoso.

“La sanción más dura es declarar la caducidad a la concesión de aguas, hay tres que están en riesgo precisamente por no corresponder a los procedimientos que exige la ley”, agregó el funcionario.

Cabe recordar que es Cortolima quien otorga las concesiones de agua para sus diferentes usos, que se dan por litros y por un tiempo determinado previo a la realización de unos requisitos, entre ellos, el cumplimiento con unos indicadores de calidad del agua, que están bajo la vigilancia de la Secretaría de Salud.