Croquis de la tristeza

Las asociaciones con la tristeza se ubican en dos categorías. La primera, la inmediata, es la relación con la muerte. En este caso los encuestados se refieren a iglesias, cementerios y funerarias, a partir, también, de nombres de zonas o calles en los que se encuentran estos lugares.

Así, la ciudad de la tristeza alude a los sitios testigos del acontecimiento más radical en un ser humano como lo es la muerte. Es por ello que el Cementerio San Bonifacio, ubicado en el barrio El Bosque; el Cementerio La Milagrosa vía al barrio El Salado; la Funeraria Los Olivos en la carrera Quinta con calle 40 y demás funerarias, son los sitios más representativos de la tristeza que invade a los habitantes de la ciudad, con un 25 % de percepción. Sin embargo, existen otros lugares que enmarcan nuestra tristeza, como lo son los hospitales y las iglesias.

“El 47 % de los ciudadanos afirmó pertenecer a una religión, movimiento o culto; de ese 47 %, el 70 % afirmó pertenecer a la religión católica, lo cual nos da una idea muy general de la ciudad en materia de fe. No obstante, hay un 52 % que afirmó no pertenecer a ninguna religión, lo interesante de esta afirmación es que estas mismas personas asociaron la tristeza con el ritual de la muerte descrito anteriormente”.

La segunda asociación que realizaron los ciudadanos cuando se indagó por la tristeza fue la referencia a sitios y barrios de Ibagué en los que se percibe marginación entendida como pobreza, abandono del Estado, indigencia, prostitución, drogadicción, delincuencia y suciedad.

El Parque Andrés López de Galarza, la calle 19 y sus alrededores, se mantienen también como escenarios de la tristeza y, por tanto, generan sentimientos y sensaciones desagradables. Los ejemplos concretos surgen cuando los ciudadanos hablan de las plazas de mercado y las relacionan con prostitución y falta de aseo y, por consiguiente, tristes. Estas relaciones impuestas y llenas de prejuicios marcan las acciones de los ciudadanos y la manera cómo interpretamos ciertas realidades. Otro ejemplo es la Terminal de Transportes que se asocia con marginación, abandono, mendicidad, pobreza, muerte, indigentes y prostitución. Por encima de su función de conexión para viajar de un lado a otro, sobresalen las dinámicas que se desarrollan a su alrededor. La queja principal de los ciudadanos es haber destruido la hermosa Estación del tren.

En la relación entre aquello que se percibe seguro y se percibe inseguro, está la referencia frente a otros lugares a los que aluden los ibaguereños. Por ejemplo, el Estadio Manuel Murillo Toro, especialmente sus alrededores, se considera un lugar inseguro, por lo tanto, triste. Pero esta relación también se establece con lo que los habitantes nombraron como las obras inconclusas, haciendo referencia a los escenarios deportivos que fueron destruidos para los Juegos Nacionales de 2015. Los demás sitios, como el Parque Deportivo y las piscinas olímpicas son escenarios también de la tristeza porque son sinónimo de corrupción, negligencia y falta de sentido de pertenencia.

La carrera Sexta está asociada con la tristeza por el estado de sus calles, el abandono y la soledad. Por su parte, la Variante, es decir, la vía que pasa a un lado de Ibagué y conduce a Boquerón tiene dos puntos que se relacionan con la tristeza. El primero, es el puente de la Variante que se ha convertido en un lugar relacionado con la muerte. El otro punto de referencia de los ciudadanos es el paso por diferentes barrios que quedan a la orilla del río Combeima y que tienen muchas dificultades porque han sido asentamientos ilegales.

La marginación es también una categoría del ciudadano en la que caben muchos lugares de la ciudad y las asociaciones, que pueden partir de una situación específica que le sucedió a alguien, se trasladan a un colectivo y se crean los imaginarios.

Credito
EL NUEVO DÍA

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