La comuna Nueve fue la primera zona ibaguereña con casos de Coronavirus, luego de los conocidos en Villas de Guaralá. Este sector también ha sido el más afectado con contagios; pero también hay que decir, que la mayoría de pacientes ya están recuperados.

Ibagué registra hasta la fecha 170 casos positivos de Covid-19, de los cuales 105 son hombres y 65 son mujeres. En total van 107 personas recuperadas.

Respecto a la comuna Nueve, que corresponde a Picaleña, Villa Café y barrios aledaños, se han registrado 50 pacientes positivos, falleció una persona y se han recuperado 43 habitantes.

Es de recordar, que el aumento también se debió, a que solamente en la cárcel de Picaleña y por la llegada de un preso desde Villavicencio, la cifra subió significativamente, pues entre guardas, médicos y personal administrativo, se infectaron 34 personas.

La secretaria de Salud municipal, Johana Ximena Aranda Rivera, se mostró conforme con su equipo de epidemiólogos, y resaltó el trabajo ejecutado para identificar de manera oportuna las personas infectadas y las que tuvieron algún tipo de acercamiento con los enfermos.

“La Vigilante Epidemiológica es el área encargada de manejar los casos desde la Secretaría de Salud, desde allí se realiza la evaluación de los contactos estrechos del paciente y verifican todos los casos.

“Cada vez que hay un positivo, se hace un estudio completo de quiénes fueron sus contactos estrechos, con quienes ha estado por más de cinco minutos y a menos de dos metros, se revisa todo lo que hizo en los últimos días con sus contactos familiares y sociales”, contó Johana Aranda.

La funcionaria también alabó la responsabilidad que ha tenido la mayoría de ciudadanos con los autocuidados, que a la postre sirven para proteger a su propia familia,

“Los habitantes de la comuna Nueve, de pronto al ver los casos, fueron juiciosos con ellos mismos y ayudaron con vigilancia permanente sobre los casos positivos para que cumplieran y no infringieran el aislamiento, y así evitaron la ampliación en la cadena de contagios”.

Sin puesto de salud

En el recorrido efectuado por EL NUEVO DÍA por algunos barrios de esta comuna ubicada al oriente ibaguereño, se constató que se ha dado apertura gradual al comercio, ferreterías y peluquerías y, por supuesto, las tiendas de barrio.

Un tema del cual se quejó la comunidad del barrio Bello Horizonte, fue el cierre del puesto de salud, uno de los dos que existen en la localidad, el otro está ubicado en Picaleña, pues se dice que desde que inició la cuarentena fue cerrado.

El temor de muchos usuarios, es que si requieren alguna urgencia, deben trasladarse a centros asistenciales retirados, por lo que se podrían contagiar durante los traslados a los hospitales de la Capital Musical.

Respecto a este tema, la jefe de la cartera de Salud indicó que se están evaluando diferentes centros de salud, con el fin de evaluar las condiciones e infraestructura y el de Bello Horizonte tiene algunos problemas de deterioro.

Siguen esperando la ayuda

Otro de los casos denunciados por los vecinos del barrio Bello Horizonte, es el de la falta de ayudas alimentarias, Rafael Giraldo, habitante del sector, contó que durante los primeros días del aislamiento les hicieron llenar unos formularios y les prometieron mercados, pero nunca volvieron.

“Vinieron con la mentira y con unos formularios, y que iban a traer mercados, los llenamos y nunca los trajeron. Acá somos población vulnerable, soy desplazado de la violencia, hace 20 años llegué de Ataco. Trabajo como ambulante, pero desde hace cuatro meses no he podido salir”.

Dato

Son seis equipos de reacción inmediata epidemiológica con los que cuenta el municipio y cada uno tiene epidemiólogos, especialistas, médicos, enfermeros jefes y auxiliares.

Frase

"El Covid no se ha ido de Ibagué, estaremos tranquilos cuando haya una vacuna, mientras tanto, sigue y no podemos relajarnos", Johana Aranda.

Opines

Eduardo Sanabria

“Tengo una ferretería pequeña, poca gente viene y se encierran temprano. Desde esta semana empecé a abrir para poder subsistir porque por acá no han llegado las ayudas. Si vinieron, hicieron llenar formularios y se los llevaron con el cuento de que en tres días llegaban las ayudas, pero nunca trajeron nada”.

Jesús Sánchez

“Ya trabajamos para solventar lo que es la comida y pagar servicios, porque en el cierre fue muy duro. Yo trabajo como barbero, tengo mi jefe y gracias a Dios ha llegado gente. Acá los clientes se lavan la suela de los zapatos y se secan, se aplican alcohol y todos con tapabocas”.