La inundación que se generó en la concha acústica Garzón y Collazos el pasado fin de semana en medio de la puesta en marcha del Ibagué Festival, espacio que busca atraer público nacional e internacional a la capital del Tolima en torno a la música, dejó en evidencia el lamentable estado en el que se encuentra este escenario emblemático para los ibaguereños.

La situación de abandono se volvió una constante a lo largo de los años en todo el parque Centenario, y aunque se anuncian intervenciones, lo cierto es que quienes acuden a este importante espacio y pulmón de la ciudad aprecian de primera mano el avanzado deterioro. 

La ocurrido también puso en tela de juicio las garantías que brinda la Administración municipal para que la ‘Capital Musical’ sea la sede de eventos de amplia trayectoria y reconocimiento en lo cultural y artístico, pues el estado actual de la estructura no genera tranquilidad ni para los organizadores de eventos, ni a los artistas. 

El espacio tampoco es acorde con el Área de Desarrollo Naranja ‘Capital Musical’ implementada en el 2020, con el que se pretende convertir a Ibagué en un eje de desarrollo cultural, económico y social, y que dentro de sus 25 hectáreas acoge este escenario. 

En el caso de la concha acústica Garzón y Collazos; el techo está destruido, varias piezas se han partido y aunque se colocó  un plástico encima, la situación no minimiza el daño, la tarima tiene fisuras y varias partes del escenario se empiezan a tornar verdes producto de la maleza.

La situación de mayor gravedad y, que quedó expuesta el pasado puente festivo, está relacionada con el sistema de drenaje y acueducto, con las fuertes lluvias, el sistema colapsó y terminó inundando el tramo cerca a la gradería y los camerinos, las aguas residuales acompañadas del fuerte olor que emanan, empañan cualquier intención de hacer uso eficiente del espacio. A esto se suma el deslizamiento de tierra que ocurre desde hace varios años y que generó el colapso de un tramo de las barandas en las terrazas y que hoy solo está separada por una lona. El óxido carcome puertas, y algunas rejillas de alcantarillado están dañadas; la fuente y el tradicional lago que atraviesa el parque, solo tiene agua contaminada, estancada y sin atractivo alguno.  

Aunque los puntos donde más personas concurren se intenta conservar el espacio y se hace control a la maleza, el área de las canchas de microfútbol y baloncesto casi que desapareció, la malla que la rodeaba ya no existe y el material vegetal literalmente se ‘comió’ el escenario deportivo.

Los hechos de inseguridad también son constantes, el lugar aunque es un espacio para el deporte también es el foco de consumidores y expendedores de sustancias psicoactivas y refugio de habitantes de calle.

“Operación Centenario”

Ante la situación en el parque Centenario, la Alcaldía, a través de Ibagué Limpia, anunció una ambiciosa transformación del espacio en donde se pretende fortalecer la naturaleza, el deporte, el comercio y la cultura.

Por lo mismo, se señaló que ya existen estudios y diseños para hacer adecuaciones. Por ejemplo, se habló de la instalación de balcones comerciales, mejoramiento de zonas comunes, así como de la presencia permanente de la Fuerza Pública.

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