Tras la conformación de un comité para verificar las condiciones de los colegios públicos de Ibagué en presencialidad, como lo ordenó el Juzgado Doce Administrativo del circuito de Ibagué, William Polo, presidente del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación del Tolima (Sutet-Simatol) señaló que de  100 sedes que se han visitado de las 58 instituciones educativas que tiene la ciudad, por lo menos el 50% no cumple las condiciones básicas sanitarias. 

Polo acotó que se han encontrado varias situaciones complejas que son el reflejo del abandono de la infraestructura escolar por años y que la pandemia resaltó. 

“Son situaciones que hemos manejado y detectado en este proceso que nos han enseñado que hay un abandono de muchos años por parte de las administraciones, estamos revisando la posibilidad de revisar las zonas rurales”, acotó Polo. 

En ese sentido, resaltó que las verificaciones de las estructuras, llevan a las entidades territoriales a hablar de inversión, “hay $200 millones que la Secretaría de Educación no había previsto invertir y que gracias a estas visitas se ha visibilizado, es muy importante porque hay instituciones que con una ejecución presupuestal básica se podrían mantener en buen estado”, aseguró el docente. 

Algunas situaciones

El líder sindical de Sutet-Simatol señaló que en el recorrido se encontraron diversas situaciones que dejaron expuesta la fuerte problemática en infraestructura que tiene la capital del Tolima en su área urbana y rural. 

Por ejemplo, en el sector de La Tigrera-Curalito en la Institución Educativa San Francisco, el comedor comunitario, no cumple las condiciones mínimas para que al menos 220 estudiantes tomen sus alimentos, además de que existe solo una batería sanitaria y las cubiertas están en deterioro.

“Hay un comedor ubicado en un área de alto riesgo, en una ladera que da al río y no tiene condiciones de seguridad, no hay mínima dignidad para que los estudiantes puedan consumir sus alimentos  (...) allí cuando llueve el agua se filtra, hay muchas goteras y una cubierta quedó más alta que la otra y afecta las paredes”, señaló Polo. 

En otros sectores la falta del suministro de agua también se convierte en una barrera para garantizar las normas mínimas de aseo y de bioseguridad.

En la institución educativa Ismael Santofimio Trujillo en La Gaviota, que se surte con agua del acueducto comunitario, el comité de verificación detectó que el servicio del agua no es continuo, en la sede Rodrigo Lara y San Vicente de Paul del mismo colegio, se detectaron humedades y poca ventilación.

La situación se repite en los colegios que a la fecha están en obra en el marco de la Jornada Única y aún no son aptas para el retorno a las aulas, “hay casos como la sede central del Antonio Reyes Umaña, el Jorge Eliécer Gaitán, instituciones que no pueden hablar de presencialidad por el abandono en el sentido del incumplimiento del contrato por la constructora en algunos casos, o por la desfinanciación del Ministerio de Educación o porque la Alcaldía no ha terminado obras complementarias como encerramientos, es el caso de la I.E Francisco de Paula Santander”, acotó el sindicalista.

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