José Villamil, veedor nacional de salud pública, quien hizo una visita técnica a Ibagué y se reunió con trabajadores del hospital Federico Lleras Acosta, advirtió que la institución no debe endeudarse, sino dirigir sus esfuerzos a mejorar la atención y nivelar los salarios atrasados de sus vinculados por cooperativa.

Efectivamente, semanas atrás, el gerente del Hospital, Iván David Hernández, informó que las directivas de la institución y de la Secretaría de Salud estudiaban la posibilidad de acceder, mediante leasing, a unos equipos especializados para cardiología y oncología, con el ánimo de mejorar la facturación en los niveles III y IV.

Señalaba Hernández, que los mismos instrumentos se pagarían de acuerdo a su demanda, que a su juicio es alta en el Tolima, y se evitaría, la institución, la remisión de pacientes a otros centros del país.
    
Atención
Sin embargo otra cosa piensa el veedor Villamil, quien indicó que “me encontré con serias deficiencias en la atención del Hospital. Pude observar un paciente con un paro cardíaco que fue atendido por un médico que sumaba más de las horas establecidas para su turno. También, hay problemas de medicamentos vitales y otros relacionados con el servicio.

“La semana pasada me encuentro con el gerente en una reunión con los directivos de las IPS públicas del país en Bogotá y él manifestó lo del leasing.

“Pues bien, tengo que decir públicamente que nos parece a los veedores nacionales y los del Tolima que el Federico Lleras, con esa cartera tan alta, no debe asumir costos adicionales.

“Es prioritario ajustar la atención, comprar drogas humanas suficientes para casos vitales y sobre todo, ponerse al día con los empleados por cooperativa. Lo que está en juego es la operación de la institución en el futuro”, advirtió Villamil.

Agrega que “llama la atención que un hospital que no tiene cómo pagar el personal cumplidamente compre equipos, luego la pregunta que surge es ¿quien los va a manejar?.

Por su parte, Carmenza Poveda, veedora de Salud en el Tolima comentó que “en esa reunión en el Ministerio de Protección en Bogotá se le dejó en claro al gerente (Hernández), que no es prudente realizar este trámite por la situación que estamos viviendo internamente.

“Tenemos cirugías represadas, hay problemas con los medicamentos, con la contratación y recepción de pacientes”. Comentó del caso de una persona de Saldaña que murió esperando un trasplante de médula.

Ajuste
Villamil sugirió que el Federico no puede seguir haciendo dos presupuestos, uno real y otro imaginario, pues de los 90 mil millones de pesos que le adeudan, aun no se aclarado cuánto definitivamente es impagable o irrecuperable, lo cual puede llegar o superar el 40 por ciento.

“Mientras no se resuelvan unos temas puntuales por parte del Ministerio y del Gobierno nacional, este tipo de instituciones seguirían aumentando sus carteras en el corto y mediano plazo.

“Esa es una realidad que no se puede olvidar y que hay que tenerla en cuenta para este tipo de transacciones”, afirmó el veedor, quien mencionó que esa recomendación no es solo para la IPS tolimense, sino para toda la red pública nacional.

Recordó que “el sistema esta colapsado, en el caso de Caprecom me consta que no tiene dineros para pagar sus deudas, y los diferentes actores de la red están llenos de embargos y demandas judiciales, luego un empréstito en estas circunstancia representa un alto riesgo para las finanzas de la institución”.