“Al Alcalde se le está creciendo el enano”, dicen invasores en Cajamarca

La comunidad dice que no hay presiones de grupos al margen de la ley, que se tomaron el terreno por su propia cuenta. Ya van 285 familias, la cifra puede aumentar.

Dispuestas hasta dar la vida si es necesario dicen estar las 285 familias que invaden la escombrera propiedad del Invías, en el sector de Puente Hierro, de Cajamarca.

Según indicaron ayer algunos de los líderes “al alcalde se le está creciendo el enano”. Sus palabras se deben a que de 12 familias que se tomaron el lote baldío de la vereda Alsacia, hace más de 20 días ahora hay 285 y el número tiende a aumentar.

“Si nos toca poner muertos... los ponemos, pero no nos vamos de aquí”, indica José Hernández, líder del asentamiento Pueblo Nuevo, al mencionar que la necesidad de una vivienda digna los obligó a tomarse el predio por las vías de hecho.

Insiste en que la pérdida de empleos y el alto costo de vida que se ha propiciado desde la llegada de  Anglogold Ashanti y la realización de las obras del Túnel de la Línea y la doble calzada, motivaron su llegada.

A la vez que agrega que “preferimos que nos lleve el río Anaime a que nos entierre la administración”, en razón a que la orden es de desalojo.

Entre tanto, Jhon Freddy Romero, otro de los invasores manifesta que “siempre hemos pensado en llegar a una solución pacífica, y confiamos en que las autoridades no vayan a tomar ninguna represalia, puesto que nuestra intención no es incomodar... pero si nos vienen a sacar a las malas no nos dejaremos”.

Rodrigo Páez, secretario de Gobierno Departamental, indicó que esta situación y sus posibles alternativas serán analizadas en una reunión entre el alcalde Luis Evelio Gómez y el gobernador Luis Carlos Delgado Peñón.
    
Al parque central
Los rumores y el temor de un desalojo sorpresa tiene a la mayoría de los invasores con las alarmas encendidas. Algunos hasta mencionan que les han dicho que policías antimotines llegarán en horas de la noche.

Para las familias del asentamiento Pueblo Nuevo la solución es que los dejen permanecer allí, ya que de lo contrario se tomarán el parque principal. “Él verá si nos quiere aquí o frente a la alcaldía”, gritaron.

“El alcalde que no piense que vamos a dar un paso atrás. Nos dicen que esta tierra es del Invías, pero hasta ahora nadie ha venido, ni siquiera el mandatario local”, advirte Reinaldo Romero Zambrano.

Empezaron a organizarse
De no ser reubicados en otro sector, la comunidad está dispuesta a levantar en material sus casas. Por  ahora cada quien llega y se apropia del lote de tierra que pueda cubrir.

En un recorrido efectuado ayer por EL NUEVO DÍA, se logró observar cómo los moradores se están organizando, en lo que para ellos será el nuevo barrio de Cajamarca.

Como no pueden constituir una junta de acción comunal, se crearon tres comités de apoyo, encargados de la seguridad, la convivencia y la acción, comenta la líder Constanza Ospina Estrada.

Además de ello, empezaron la construcción de letrinas, y ya cuentan con un punto de agua. Es así que de una quebrada cercana están captando el líquido que surte un tanque de almacenamiento, del cual se está abasteciendo gran parte de la comunidad, para la restante se está haciendo una recolecta de dinero para la compra de una  manguera que permita extender el suministro del preciado líquido.

Hay hasta quienes ya cuentan con energía eléctrica, al estarla tomando de un poste cercano y otros abrieron negocio: unos venden productos de primera necesidad como huevos, plátano, arroz... y otros gaseosa y cerveza.

En cuanto a la alimentación es individual. Cada hombre de hogar tiene la tarea de buscar los productos, mientras las mujeres se encargan de la cocción, en fogones de leña, así como de lavar la loza y la ropa al borde del río.

Bajo control
Tras los rumores de que en la invasión habrían personas que cuentan con vivienda o finca, los líderes están solicitando que las autoridades les lleven documentación que corrobore esto para poder desalojarlos, a la vez que desvirtuaron que se hayan tomado el terrero motivados por grupos al margen de la ley.

“Vecinos que no tienen las mismas necesidades nuestras nos creen una plaga, y están inventando cosas como que estamos robando...”, puntualiza José Hernández.

Sin censo real
Pese a que la gente dice conocerse y ser en su mayoría habitantes del casco urbano de Cajamarca, aún no se tiene un censo real de cuántas personas están habitando en los cambuches.

Se presume que la cifra supera los mil, en virtud que cada núcleo familiar incluye como mínimo dos menores. “Algunos tienen hasta seis hijos pequeños, entre los dos meses y los 14 años”.

Igualmente José Hernández expresa que cada vez están llegando más familias, y que hasta ahora el Instituto de Bienestar Familiar no los ha censado, ya que la semana pasada cuando hizo presencia una delegada no le permitieron el ingreso “porque llegó diciendo que se llevarían los niños”.

Credito
EL NUEVO DÍA

Comentarios