La construcción de un jarillón en la vereda Malachí en Melgar, al parecer, de una constructora de la concesión Autopista Bogotá - Girardot, originó la desviación del curso del río Sumapaz, y por eso, en lugar se encontraron peces muertos.

La denuncia fue formulada por la comunidad de las veredas de San José de la Colorada y El Salero y la red de veedurías del municipio, que también cuestionaron que a escasos 500 metros del afluente se encontró una trituradora de material. 

Los peces que allí fueron hallados son de diferentes especies y tamaños y estaban en la margen izquierda del río aguas abajo, en el sector conocido como La Vara. 

Según sus pobladores y autoridades que acudieron al lugar, la mortandad se debe al desvío ejecutado al cauce de las aguas. 

Néstor Solarte Betancourt, integrante de la Red de Veedurías, denunció el impacto ambiental que constantemente producen al río, por consorcios y particulares.

“Ellos no tienen estudios ni licencias, ni mucho menos permisos ambientales para cambiar las dinámicas del afluente hídrico”, dijo Solarte. 

Marisol Cardozo, otra de las denunciantes, comentó que hoy estará instaurando la queja formal ante Cortolima, porque los que estaban en la construcción no mostraron todos los papeles necesarios, por lo que ella piensa que para ese proceso no tenían permiso. 

“Son particulares quienes desviaron el río, dejaron una zona sin agua y por eso los pescados empezaron a morir. Nos sentimos muy desprotegidos por las autoridades ambientales, por eso queremos que se preste más atención”, señaló Cardozo. 

Por su parte, el integrante de la Red criticó “la actuación de la Corporación Autónoma del Tolima Regional Oriente, cuando le requerimos que incaute o detenga la maquinaria pesada que utilizan en esta extracción del materia de arrastre para la construcción de este dique”. 

Visita de la Alcaldía 

Nelsy Mirella Arias, bióloga de la Secretaría de Desarrollo Económico y Turismo de Melgar, señaló que luego de la queja se acompañó a la comunidad a practicar la visita y se evidenció en el lugar. 

“Son animales que comúnmente se les dice ‘cuchas’ de tamaños de cinco y 10 centímetros. Habían peces recién muertos y otros en bastante descomposición”, señaló la funcionaria. 

Y añadió que según lo que pudo indagar se trataba de una desviación temporal, mientras hacían las construcciones y que luego dejarían el cauce como estaba. 

“Para hacer un trabajo de esos, es necesario hacer un estudio hidrológico, y usar unas medidas de mitigación. “Por ahora nosotros como Alcaldía vamos a formular el informe a Cortolima, que es la autoridad competente, y haremos el seguimiento de vigilancia”, indicó Arias. 

¿Tienen o no los permisos?

Según el acta elaborada por los funcionarios de la Corporación, quienes también estuvieron en la visita con la Alcaldía de Melgar y la comunidad que denunció el hecho, “en el momento de requerir los permisos para tal intervención, Wilter Deossa, quien atendió la visita entregó un radicado de solicitud de ocupación de cause, playas y lechos, con número 12531 del 2 de septiembre de 2013. 

Por lo anterior, la comunidad criticó que no tenían el permiso por parte de Cortolima, ya que solo había un documento de solicitud. Se anunció además que Planeación municipal efectuaría las visitas correspondientes, porque al parecer las construcciones que se adelantan en este predio no tienen los permisos de construcción que otorga esta dependencia.  

Dato 

En la visita al lugar, estuvieron además de la comunidad, la Alcaldía de Melgar y algunos funcionarios de Cortolima. Los denunciantes esperan que se investigue lo sucedido.