Alirio Girón Díaz, quien se ha visto perjudicado por la baja de turistas, señaló que como resultado de una encuesta elaborada en Gualanday con los comerciantes, desde la apertura del túnel y puente, se registran pérdidas por 60 millones de pesos.

“Quedamos abandonados, se cayeron las ventas de mango y quesillo y en los restaurantes, y lo peor es que no hay una solución. No estamos en contra de las obras, pero sí buscamos alternativas, porque nosotros dependemos de las ventas”, afirmó Girón Díaz.

Debido a que el paso de quienes viajan desde la capital de la República y el Sur de Colombia ahora se da preferiblemente por el viaducto, solo cruzan los vehículos procedentes de Ibagué o del Occidente del país; esto ocasionó bajas en el flujo vehícular y, por ende, de personas.

Al respecto, el presidente de la Junta de Acción Comunal de Gualanday, José Raúl Rojas, alegó que para nadie es un secreto que la magnitud de la obra “en este momento trajo perjuicios al comercio.

“Por eso queremos que el Gobierno se meta en el ‘cuento’, que nos dé soluciones: puede ser la reubicación de los vendedores de frutas y restaurantes.

“Necesitamos alternativas que puedan mitigar el impacto económico y social que nos trajo esta obra, pues ya no tenemos cómo mejorar las ventas y debemos subsistir y mantener familias”, puntualizó Rojas.