El Tolima ahora cuenta con guía para afrontar el cambio climático

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Si bien los efectos generados por el fenómeno son inevitables, un Plan señala las zonas más vulnerables del Departamento para ejecutar acciones encaminadas a su adaptación y mitigación.

En el propósito de hacer frente al cambio climático, el Tolima trabaja en dos frentes. Uno, las acciones de adaptación y otro, la mitigación de los impactos negativos que este fenómeno natural genera a su paso.

Y los efectos negativos que traerá están bien identificados por organismos como el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam).Según estudios del Instituto, en Colombia hacia 2070 la temperatura aumentará 2.4 grados centígrados, un cambio que en principio impactará zonas ubicadas en las regiones Caribe y Andina.

En el caso del Departamento, la sequía en los últimos años ha afectado la producción agrícola y pecuaria en sectores claves del agro tolimense como el cerealero, el arrocero, el cafetero, el ganadero, entre otros.

Los cultivadores y productores han evidenciado merma en sus rendimientos, también presencian una dramática reducción del recurso hídrico en épocas caracterizadas por pocas lluvias.

Teniendo como referencia ese panorama, Cortolima suscribió un convenio durante el segundo semestre de 2014 para construir un plan de adaptación.

Su aliado es la ONF Andina, una sucursal de la oficina nacional de bosques en Francia, con la cual se construye el Plan Integral de Cambio Climático.

La iniciativa está conformada de cuatro fases, Adaptación y Preparación; Movilización y Diagnóstico; Formulación e Implementación. En abril de 2015, se conoció los resultados de la primera etapa.

“Es un esquema que tiene como eje central el análisis de vulnerabilidad, escenarios de riesgo, que involucra los sectores y actores en el territorio”, aseguró Mauricio Molina, funcionario de la Subdirección de Desarrollo Ambiental de Cortolima, y añadió que en la estrategia participaron campesinos, indígenas, representantes de los distritos de riego y de asociaciones productivas y de gremios productivos.

De la misma manera, se recopiló información proveniente de las alcaldías municipales, Gobernación y todas sus secretarías, afirmó Molina. 

Resultados de la primera fase

Uno de los principales resultados de dicha fase fue implementar el mapa de riesgos del Tolima, tras analizar los escenarios de vulnerabilidad, exposición y peligros.

Allí se especifica las poblaciones o zonas que pueden verse afectadas por los efectos del cambio climático en cuatro niveles: bajo, medio, alto y muy alto.

A su vez, el mapa constituye la base de la cual Plan Integral genera algunas recomendaciones para varios sectores priorizados, según la CAR.

Se trata de gestión hídrica; salud y comunidad; educación, planeación territorial e infraestructura; Biodiversidad y servicios ecosistémicos; sector agropecuario y forestal, y Financiación.

Entre las propuestas se destaca el fomento para la creación de fondos destinados a la gestión climática, que pueden ser construidos desde el sector privado, o de alianzas públicas-privadas.

También, se recomienda informar y aprovechar las opciones de financiación que brindan organismos internacionales y los fondos que apoyan proyectos de adaptación al cambio climático.

Un tercer consejo es crear una oficina y dependencia departamental que fomente la Cooperación Internacional.

Y se propone la creación de un esquema de Pago por Servicios Ambientales - PSA, y la gestión de nuevos fondos del Sistema General de Regalías (SGR). 

Reducción de emisiones 

Desde 2014, ONF Andina y Cortolima ejecutan una iniciativa que busca constituir un proyecto de Reducción de Emisiones Evitadas por Deforestación y Degradación (Redd).

Las zonas identificadas y donde se llevarían a cabo las acciones son el corredor Parque Natural Nacional Los Nevados y el Parque Las Hermosas.

Según Cortolima, se definió la zona prioritaria para conservar bosques en torno al área de amortiguación en Las Hermosas, entre Chaparral y San Antonio. 

En esta la CAR, indicó que allí existen 27 mil 868 hectáreas de bosques intactos en amenaza de deforestación debido a la expansión de las fronteras agrícolas, de productores ganaderos y del cercimiento de la población.

Frente a los factores de amenaza que como se ve ya están identificados, el proyecto propone actividades productivas alternativas como el cultivo de frutales y la reconversión de los sistemas ganaderos extensivos.

Se propone que estos últimos sean reemplazados por los sistemas silvopastoriles, que han ido ganado terrenos en algunas zonas productivas del Tolima.

Asimismo, se plantea alternativas agroforestales con caucho, cacao y otras especies, implementar sistemas apícolas (cría de abejas), y la tecnificación de la producción de la caña panelera.

Otras acciones establecidas por el proyecto Redd preve promover el uso de hornillas de bajo consumo de leña y bajas emisiones de humo, asociados al establecimiento de huertos leñeros. 

Y también analizar la posibilidad de implementar a futuro los bonos de carbono, un mecanismo de descontaminación para reducir las emisiones contaminantes al medio ambiente.

Algunos datos que inquietan:

1 - Cerca de 13 mil hectáreas de bosques fueron deforestados en los más recientes 10 años.

2 - La tasa de deforestación anual es de 0.7 por ciento.

3 - El aumento de los cultivos agrícolas y las pasturas son los mayores agentes de deforestación.

4 - A partir de la implementación del proyecto REDD+ se prevé conservar más de dos mil hectáreas de bosques durante los siguientes 10 años.

Credito
EL NUEVO DÍA

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