Un pequeño museo entre el majestuoso Cañón de Anaime

ANTONIO GUZMÁN OLIVEROS – EL NUEVO DÍA
En las montañas cajamarcunas perduran los recuerdos del mejor torero que ha tenido Colombia, el matador tolimense Pepe Cáceres; su hacienda es conservada junto con algunos de sus objetos, por un abogado amante del arte de la tauromaquia.

Jaime Cáceres Medina tiene el privilegio de compartir el mismo apellido del desaparecido torero Pepe Cáceres, y a pesar de que apenas lo conoció de lejos, guarda desde hace unos años los tesoros más preciados del gran ‘Matador de América’.

Y es que él es el guardián de las posesiones que se conservan en la hacienda Campo Pequeño, las tierras donde alguna vez el matador tolimense crió y cebó ganado de lidia.

Cáceres Medina también tiene su afición por la tauromaquia como expresión artística; pero su misión, como él mismo dice, es conservar la memoria histórica del hijo más grande que dio Honda, la única persona que en sus faenas hacía sonar el Bunde de Castilla, no importaba cual fuere la plaza.

Este abogado cuenta que adquirió la hacienda, luego de que una de las tres viudas de Pepe vendió su parte, debido a que su finca colindaba con ésta, la compró junto con las pertenencias que la mujer le confió y que fue bien aprovechada por su nuevo dueño, quien incluso ha conseguido otros artículos que en vida usó el célebre torero.

“La finca fue adquirida por el matador Pepe Cáceres hace más de 40 años, era de mayor extensión antes de su muerte, aquí criaba ganado de lidia; una vez la compró, construyó una replica de un cortijo español, con corrales y entables para el manejo de ganado de casta.

“La acondicionó con una báscula, bretes, corrales en ladrillo y una plaza de tienta, en la que Pepe practicaba y ensayaba sus ganados”, agregó Cáceres Medina.

Campo pequeño

Traspasar los muros de este cortijo es ingresar a un sitio de memoria histórica donde se respira la fiesta brava, ingresar a los aposentos del ‘Matador de América’, es imaginar el mundo en el que vivió hace más de tres décadas el más grande torero de Colombia.

Antes de entrar a la sala principal y a un lado de la puerta, reposa el escudo de armas de la familia Cáceres; luego un salón adornado con algunos pergaminos, y pinturas de corridas de toros.

En la parte derecha de la construcción, la sala donde el torero recibía a sus amigos, para hablar quizás de las grandes faenas e historias de grandes lidiadores de la historia.

En este salón se exhibe un traje de luces que utilizó Cáceres y que tenía uno de sus mozos de espada, así como un par de espadas Bermejo para matar toros.

Entre otros objetos, y el último que consiguió el nuevo dueño, es un capote de paseo, el primero que Pepe Cáceres trajo a Colombia desde España; según el propietario, la tenía Julio César Cáceres, primo del diestro y que fue novillero.

“Con mucho esfuerzo he conservado estos objetos, para beneficio de los amantes del arte taurino y para aquellos que les gusta el arte de la tauromaquia como expresión artística.

“Trato de conservar este pequeño museo taurino, para que los nietos y tataranietos sepan que en el mundo hubo un hombre que fue capaz de hacer poner de pie a toda la afición taurina del mundo, escuchando el Bunde de Castilla”, finalizó Cáceres Medina.

La hacienda Campo Pequeño está ubicada en el corregimiento de Anaime, vereda La Cucuana a 27 kilómetros del caso urbano de Cajamarca.

Credito
ANTONIO GUZMÁN OLIVEROS

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