Representantes de las organizaciones indígenas Crit y Arit del Tolima, al igual que del sector campesino, se reunieron con el secretario del Interior del Departamento, Ricardo Orozco, para explicar por qué después de 10 meses y cuatro días siguen con la minga de reclamación en Ortega.

La ocasión fue aprovechada para dejar claro que esta vía de hecho no es una situación de tres o cuatro personas, como se ha querido dar a entender, sino de familias que exigen el cumplimiento de los compromisos ambientales adquiridos años atrás con Ecopetrol.

El gobernador indígena de la comunidad Mesa de Cucuana Santa Rita, José Emiro Collazos, contó que hace unos meses alcanzaron acuerdos con Hocol, filial de Ecopetrol en Ortega.

Pero esto al parecer solo quedó en buenas intenciones. Precisó que entre ellos estaba discutir las problemáticas ambientales en campo, para que en el terreno se originara pregunta y respuesta, pero Hocol solo llegó a la zona urbana.

Por otra parte, María Eugenia Díaz, suplente de la gobernadora de la comunidad Pijao de Cunirco, explicó que también se solicitó levantar las demandas contra algunos líderes indígenas, surgidas de la minga, pero tampoco se ha dado.

Asimismo, se propuso hacer “una consultoría para que arrojara el impacto ambiental ocasionado, pero las empresas no lo aceptaron, (argumentando) que ellos no iban a exponerse a que un tercero los juzgara”, expresó Díaz.

Tras los posibles incumplimientos de las empresas y algunos ministerios, las comunidades cortaron el diálogo.

“No estamos por dinero, aunque nos acusan que por este motivo no hemos llegado a un arreglo, pero no es así. Estamos defendiendo el medio ambiente y nuestro territorio indígena, el gran resguardo Ortega - Chaparral”, agregó la representante de esta comunidad.

‘Un respiro’ ambiental

Una de las ganancias que se ha tenido en el cese de las actividades extractivas es la recuperación del medio ambiente; según Díaz, se nota un cambio total.

Tras el cese del ruido, “han regresado algunas aves, el río Tetuán ha mejorado, tanto así que ya se puede ir a pescar”, precisó la vocera indígena.

Balance de reunión

Por su parte, el secretario Ricardo Orozco dijo que lo que se buscaba era conocer los requerimientos de las dos partes y que dejaban a dispocisión la posibilidad de que el Departamento sirva de intermediario entre las comunidades y Hocol.

“Es un tema del orden del Gobierno nacional, que es el encargado de revisar las licencias de explotación. Como Gobierno departamental estamos atentos del orden público en esa zona del Tolima”, enfatizó.

No solo el tolima está en la lucha

El viernes anterior en Caquetá se registró una manifestación simultánea en 16 municipios en defensa del agua y el territorio. Según el portal Las 2 Orillas, esta actividad pacífica fue una forma de decir no a las petroleras y, a la vez, una forma de exigir al Gobierno nacional la revocatoria de todas las licencias de exploración y explotación en el Departamento. La motivación que tiene para seguir en firme con su oposición es la de proteger la biodiversidad que tiene su región.

Esta lucha, al igual que la del Tolima, busca sentar una voz de protesta a favor de los recursos naturales, especialmente el agua, que ha escaseado tras el incremento de la sequía.