Inicialmente le dijeron que; “la niña tenía una luxación, que iba a entrar a quirófano y que eso no era nada grave, que solo era acomodar el hueso.

“Pero cuando le hicieron el TAC de reconstrucción en 3D, se dieron cuenta que era necesario ponerle un platino”, contó Claudia.

Una vez se precisó el tipo de intervención que debía hacerse, se programó la operación para el 25 de noviembre, pero “un día antes me informaron que ya no la operaban porque la EPS no llevó el platino especial que la niña necesita”, agregó la usuaria.

Desde ese día, emprendió una lucha junto al Instituto del Bienestar Familiar para que la EPS respondiera, no obstante, la situación es la misma.

“La Defensora (Icbf) ha hablado con la Procuraduría y la Defensoría del Pueblo y ninguna me entrega solución. Desde el mismo hospital han hecho presión y nada. También llamé a la Supersalud”, contó Hernández.

La angustia de la madre se debe a que la niña tiene una enfermedad neurodegenerativa, que es considerada huérfana, también parálisis cerebral y epilepsia progresiva.

Razones por las que solo un médico del hospital Federico Lleras Acosta se hace responsable de operarla.

Según, Claudia Hernández, el problema de la cadera se originó después de una revisión de rutina que le realizaron a la menor en una clínica de Bogotá, momento en el que presuntamente, una médica le hizo tal presión en las piernas, que generó la fractura.