Rioblanco no se recupera de los efectos del invierno

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
Poblaciones enteras incomunicadas y sin agua, con pérdidas de cultivos y unos costos exagerados en el transporte, que están obligando a los rioblancunos a evitar hasta visitar el médico son los efectos que deja el paso de ‘La Niña’ por el Sur del Tolima.

El drama por el invierno no termina en Rioblanco. Conforme pasan las horas las afectaciones se van incrementando.

Además del colapso del puente sobre el río Cambrín que afecta a 13 mil personas de 52 veredas, en 15 más, alrededor de tres mil habitantes perdieron cultivos, caminos y acueductos.

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Para algunos de sus moradores, la situación es un caos que los tiene “en bancarrota”.

De acuerdo con la alcaldesa Delcy Esperanza Isaza Buenaventura, la falta de maquinaria para atender las emergencias provocadas por la ola invernal, ha impedido el normal desarrollo de labores de rehabilitación en la zona rural, cuyos sectores son los más golpeados por la fuerza de las aguas.

La burgomaestre cuenta que los daños en la banca y parte del puente que une al Municipio con los centros poblados Puerto Saldaña, Maracaibo y Herrera, de su jurisdicción, y Berlín y Bilbao de Ataco y Planadas, es tan grave que ha impedido evidenciar la difícil problemática que se está padeciendo en los sectores de Maracaibo y La Llaneta, donde las veredas circundantes están “completamente aisladas” y con pérdidas millonarias.

En esta zona los derrumbes taparon los carreteras de acceso y arrasaron con cientos de hectáreas de pastizales y plantas de café, plátano, aguacate y cacao.

Veredas como La Primavera, La Esmeralda, La Aurora, La Laguna, El Moral, Buenos Aires, El Danubio, Maracaibo, Guadaleja y Campoalegre, son algunas de las que registran aludes que las tienen aisladas, y donde sus residentes “lo perdieron todo”.

“La maquinaria logró recuperar la vía Betania - La Llaneta, pero hacia La Verbena y El Danubio no hemos podido, pues solo se puede acceder con un bulldozer el cual también es requerido para intervenir los demás caminos. El equipo con que cuenta el Municipio no es suficiente”, narró la alcaldesa.

A esta situación, campesinos como Gilberto Cerquera, de El Espejo; Marleny Castaño, de Maracaibo, y Dency Rojas, de Cambrín, aseguran que se encuentran en un callejón sin salida, en razón a que perdieron sus cultivos y cosechas y no tienen de qué manera satisfacer sus necesidades básicas, “ni siquiera con agua contamos, estamos a punta de agua lluvia”, agregó Castaño.

Alternativas de corto plazo

A medida que el panorama se torna negro hacia el sector de Maracaibo, el paso sobre el río Cambrín avanza, aunque en inminente peligro.

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Los habitantes se unieron para construir una hamaca, que permita habilitar el tránsito a las 52 veredas que permanecen incomunicadas con Rioblanco. El puente colgante provisional está amarrado sobre la estructura que permanece en pie.

La circulación que carece de las mínimas medidas de seguridad y que a su vez pone en riesgo la estabilidad del terreno, es la única alternativa que 13 mil personas tienen para movilizarse, debido a que la vía a Planadas también está en pésimas condiciones.

Ante el riesgo que representa que la estructura en que está sostenida la hamaca puede colapsar en cualquier momento, la Alcaldesa anunció que en pocos días se dará inicio a la construcción de un puente peatonal, y que conforme vayan avanzando las labores de encauzar el río, se desarrollarán los estudios pertinentes para la construcción del puente vial, obra que podría durar siete meses.

El dinero para ejecutar el proyecto será otorgado por la Gobernación del Tolima. En su visita del pasado sábado, Óscar Barreto se comprometió con aportar cinco mil 500 millones de pesos, lo que garantizará, dijo la mandataria, su estudio, diseño y construcción.

Golpe a la economía

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A las pérdidas de cultivos y los problemas de movilidad que afronta Rioblanco, una nueva situación está amenazando la estabilidad de la economía local. Se trata del aumento exagerado en los costos del transporte, de la canasta familiar y del descargue y acarreo de la carga.

Los alimentos básicos han registrado un aumento del 100 por ciento. Los comerciantes atribuyen el alza al costo que les está representando la “usura” que están aplicando los transportadores. Al parecer, un pasaje cuyo valor era en promedio de nueve mil pesos en el trayecto Herrera - Rioblanco está costando 20 mil, a causa de los transbordos.

Sumado a ello, el flete de carga que era de 80 mil pesos tonelada de Bogotá a Herrera, luego del colapso del puente pasó a costar 140 mil pesos.

“El aumento es bastante considerable y lo está asumiendo la comunidad”, comentó la burgomaestre al indicar que esta situación tiene en riesgo la cosecha de aguacate y de café, porque “esos precios están haciendo inviable la comercialización”.

Teniendo esta situación tan desalentadora, las autoridades locales y departamentales se reunirán mañana en Herrera con habitantes, comerciantes y transportadores para buscar alternativas y regular los precios.

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