El propósito de esta reunión, en la que se evidenció la activa participación comunitaria, fue socializar la importancia ambiental del bosque de Galilea para esta zona del país y dar a conocer la propuesta de conservación, cuyo objetivo principal, de acuerdo con el director de Cortolima, Jorge Cardozo, es lograr la declaratoria de este bosque como área protegida por parte de la Nación.

El director de Gestión Integral del Recurso Hídrico, Jairton Díez, delegado del Ministerio de Ambiente en esta mesa, celebró el ejercicio de participación ciudadana con el que se busca la conservación de esta área boscosa y manifestó el apoyo de la entidad, a este proceso liderado por Cortolima.

“El Ministerio de Ambiente está comprometido con esta iniciativa regional y vamos a estar presentes acompañando las etapas de preparación, aprestamiento y declaratoria, las cuales podrían desarrollarse en unos dos años. La participación de los pobladores de la zona de influencia del bosque es garantía de que estos procesos lleguen a buen término”, afirmó el funcionario. 

Para los tolimenses el bosque de Galilea tiene un gran significado e importancia ambiental, entre otros factores, porque posee una extensión de 33 mil hectáreas de bosque conservado, distribuidas en seis municipios: Icononzo, Cunday, Villarrica, Prado, Purificación y Dolores, según estudios de la Universidad del Tolima.

Díez agregó que una vez esta área sea declarada como protegida por la Nación, el siguiente paso es la creación de un plan de manejo que el Ministerio debe adoptar mediante Resolución, para tener los instrumentos de implementación orientados a su conservación.

“Una de las metas del Plan Nacional de Desarrollo era pasar de 13 millones de hectáreas de áreas protegidas a 26 millones; hoy hemos superado esa cifra y llegamos a 28.5 millones de hectáreas de áreas protegidas a nivel nacional”, indicó el funcionario.

Para el director de Cortolima, Jorge Cardozo, con la declaración del bosque de Galilea como un área protegida se le podrán garantizar a este ecosistema sus funciones biológicas y su riqueza faunística y florística. 

De acuerdo con las investigaciones de la Corporación y la Universidad del Tolima, el bosque de Galilea es muy importante por su madera nativa, allí se han encontrado más de 570 especies forestales, dentro de las que predomina el roble.

Además es el mayor relicto boscoso natural del departamento del Tolima y reservorio de carbono donde nacen ríos abastecedores de los municipios de Villarrica, Dolores, Prado, Cunday y la hidroeléctrica de Prado.

Además hace parte del corredor que conecta el bosque Andino y Altoandino con los páramos del Parque Nacional Sumapaz, en los departamentos de Cundinamarca, Meta y Huila. 

El Plan de Manejo y Ordenación de la Cuenca (Pomca) del río Prado además establece a Galilea como un Área de Especial Significancia Ambiental, cuyas áreas merecen ser conservadas y protegidas por razones de biodiversidad, suelos, geohidrología, entorno paisajístico y memoria histórica-cultural.