157 años del Tolima soberano

EL NUEVO DÍA conmemora la historia de un territorio que se distingue por su semblanza e incidencia en la historia que hoy hace parte de la memoria colectiva.

No basta con describir a la ‘Tierra Firme’ como aquella inmersa entre montañas y bañada de norte a sur por el majestuoso río de la Magdalena. Es solemne enaltecer su diversidad agrícola, natural, política y cultural que ha dejado en las más importantes páginas de la historia aquellos logros que hoy destacan a la región como una autónoma y superior. De estas mismas que han resultado grandes personajes en esferas públicas nacionales e internacionales, quienes aparecieron para aportar con su inspiración a los distintos ámbitos del conocimiento.

Narra la historia que “Tras sublevarse contra el gobierno constitucional del presidente Mariano Ospina Rodríguez, el general Tomás Cipriano de Mosquera creó de hecho en el sitio del Alto del Raizal cerca de Guaduas el Estado Soberano del Tolima el 12 de abril de 1861. Determinación que posteriormente fue convalidada y legalizada por los demás estados de la Unión Colombiana, a través del artículo 41 del Pacto de la Unión el 20 de septiembre de 1861, reconfirmándose jurídicamente la creación institucional del Tolima”.

Sin embargo, hacia 1886, se convocó a una Asamblea Constituyente que dio como resultado una nueva Carta Magna en la que a través de un Estatuto Jurídico se dio ‘cristiana sepultura’ a los Estados Soberanos y en su reemplazo nacieron nuevas entidades territoriales político-administrativas llamadas Departamentos, nombre con el que se le conoció popularmente al Tolima Grande. Sería hasta 1905 que por medio de la Ley 46, el presidente de la República Rafael Reyes dividió la unidad territorial, creando con la parte sur de su territorio, antigua provincia de Neiva el actual Departamento del Huila.

Los incontables paisajes que tiene el departamento han sido pensados, visitados y dispuestos para rodar reconocidos guiones que luego llegaron a las más célebres pantallas de festivales y salas de Colombia, entre otras latitudes; desde el siglo pasado cuando eran casi que primitivas las herramientas para grabar y las formas de hacer producción, decididos cineastas provenientes de otros países arribaron a algunos municipios y, en especial a Ibagué para construir ficciones que van desde el drama hasta la comedia. Asimismo, realizadores colombianos que se esmeraron en su trabajo al evidenciar la cotidianidad de sus paisanos.

Principalmente, el norte del Tolima es escenario hasta la actualidad de historias que han traído y producido protagonistas como Carlos Duplat, Jorge Alí Triana, Santiago García, Luis Francisco Samudio, Hugo Ruiz, Bud Spencer, Terence Hill y Clint Eastwood. Y producciones como Tiempo de morir (1985), Garras de Oro (1926), La Subienda (1979), Canaguaro (1981) y Los amores de Quelif (1928), mientras que saliendo del blanco y negro, Desde la Oscuridad (2014), El Soborno del cielo (2015), El Edén (2014), Paisaje indeleble (2015) y Damiana (2017) han alcanzado proyectarse en Festivales como el Ficci, de Berlín y Cannes.

No es en vanagloria que estos filmes son orgullo para la región puesto que exhiben la riqueza cultural, y además el talento de creadores y actores que personifican y narran desde el séptimo arte las costumbres colombianas, rompiendo prejuicios y estereotipos, además de construir en medio de la guerra un panorama alentador, que entretuvo a grandes y pequeños y, que educaba con historias jocosas que de alguna manera representaban la cotidianidad.

Honda y Ambalema son epicentro del cine tolimense, en ellos se ha rodado un gran porcentaje no solo de películas (largometrajes, cortometrajes y documentales) sino de televisión. Igualmente Ibagué, Mariquita, Natagaima, Purificación, Prado, Guamo, Líbano, Gualanday, San Luis y Armero se suman a la lista. Frente a las circunstancias y con la nueva Ley del Cine, no puede omitirse el trabajo incansable de los festivales de la región que se llevan a cabo cada año para producir, exhibir y generar espacios de creación; incluso de su estudio en las distintas facultades de artes y humanidades de universidades públicas y privadas que gestan a importantes autores.

 

Institucionalización

 Sería para el periodo como gobernador de Guillermo Alfonso Jaramillo (2000 - 2004) quien expidió la ordenanza 0051 del 20 de diciembre de 2001, que la Asamblea Departamental institucionaliza el 12 de abril como el Día del Tolima y ordenó declararlo además como día cívico. Fue la Academia de Historia del Tolima, junto a la misma entidad en el Huila, que coordinaron y llevaron a cabo una investigación para determinar la importancia no solo de conmemorar los adelantos administrativos y democráticos a través de décadas, sino resaltar la idiosincracia de sus Pijaos que han resignificado y renovado su compromiso con la Nación.

Compromiso que con un amplio y sólido sentido de pertenencia embarga a quienes habitan o están lejos de estas tierras, y los convierte en dignos representantes encargados de demostrar a través del arte y los distintos saberes que hay un futuro prometedor y al cual le aportan para el beneficio de la población. Sentimientos de afecto y gratitud son los protagonistas cuando de tolimensidad se habla, por eso es de positivo comentario recorrer el territorio para los turistas quienes se encuentran con la fortaleza de sus campesinos en la ruralidad, y la solidaridad y el ímpetu de la urbe.

 

Riqueza en su diversidad

El Tolima, cuyo nombre proviene de historias y términos indígenas que refieren a un río de nube y una cacica martirizada en el descubrimiento y colonización, se distingue por la multiplicidad de razas, pensamientos y prácticas a pesar de mantener algunas que con el tiempo también se han ido adaptando a la modernización. No obstante, el territorio tolimense acoge a propios y foráneos que también han creado colonias, incluso extranjeras y étnicas. Los 47 municipios que componen el departamento manifiestan en su geografía, abundancia y fertilidad para sus cultivos en la producción agrícola, además de contrastes en las festividades tradicionales que comparten espacios con las expresiones juveniles.

Un cambio significativo fue luego de aquel 9 de abril de 1948 cuando Jorge Eliécer Gaitán apagó su luz y desencadenó ‘El Bogotazo’ no solo en la capital de la República, sino en las provincias y, en especial esta región que albergó a conservadores y liberales, desencadenando una guerra que hasta la actualidad ha dejado rezagos en los colombianos. Sin embargo, hoy predomina la firme intención de ser un territorio de paz y construir desde la cotidianidad bases de transformación, se piensa en las nuevas generaciones y trabaja para alcanzar el cambio en un panorama convergente.

 

Lo que alguna vez fue

A lo largo de la historia, el departamento ha tenido que reconfigurar sus delimitaciones para llegar a lo que actualmente se conoce: 47 municipios incluido Ibagué, la Capital Musical. Cambios atribuidos al desplazamiento de sus habitantes en busca de una mejor geografía o enfrentar fenómenos naturales que alteraron su ubicación, además de una época de colonización que bajo otros preceptos y conceptos, como por ejemplo la evangelización -calificativos en la colonia: nombre de indígena o lugar sagrado junto a nombre de un santo-, produjeron el cambio en sus nombres traen a la fecha, conocer los nombres que tenían anteriormente. Aquí un listado con algunas modificaciones que quizá lo sorprenda, puede estar su municipio de origen:

Anzoátegui: Briceño

Armero-Guayabal: Armero - San Lorenzo de Armero

Casabianca: Santo Domingo

Coello: Pueblo Nuevo de la Trinidad

Dolores: San Antonio Abad del Páramo de los Dolores

Espinal: Santa Bárbara del Espinal

Falan: Santana de las Lajas

Fresno: Mosquesada

Herveo: Soledad

Honda: San Bartolomé de Honda

Lérida: Peladeros

Piedras: San Sebastián de Río de las Piedras

Rovira: Miraflores

Saldaña: Catufa

San Antonio: San Antonio de Calarma o de la Serranía

Suárez: Santa Rosa

Villahermosa: La Bonita

 

Cinematografía tolimense, un referente del séptimo arte colombiano

 El bueno, el malo y el feo

 Importantes directores, productores y actores vivieron en Ibagué mientras rodaban sus películas. Por algunos meses la Capital Musical tenía como huéspedes a personalidades que jamás se pensó arribaran. Algunos de ellos fueron Bud Spencer, Terence Hill y Clint Eastwood. Sí. En el barrio La Pola pernoctaron, pasaron sus días y hasta cautivaron a más de una joven. Estas estrellas aunque estuvieran fuera de las cámaras, sus vidas también se convertían en divertidas cintas. ‘Trinity’ fue la cinta que los hizo permanecer durante días y enamorar con su presencia, en especial Eastwood, a las señoritas de las familias de esta tradicional vecindad.

Según el abogado ibaguereño Benjamín Arciniegas, gran conocedor de la cinematografía: “Fue un acontecimiento, unas niñas muy bonitas del barrio y con cierto nivel social se enamoraron terriblemente de Hill y de Eastwood. La sociedad de la época aún era muy mojigata, ellos comenzaron a salir con las jóvenes y por eso les decían ‘Las Trinity’; en Ibagué siempre ha reinado el cuento de pasillo y mucha envidia y, por eso inventaron que habían tenido un tórrido ‘affaire’. Los padres ofendidos y para evitar el escarnio público, las enviaron a Bogotá a estudiar”.

Credito
EL NUEVO DÍA

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