10 productos claves para la economía del Tolima

Crédito: Suministradas / EL NUEVO DÍA
La riqueza del suelo tolimense y las condiciones climáticas convierten al Tolima en una gran despensa agrícola, en cada uno de los municipios se produce una variedad de alimentos, que además de brindar posibilidades de autosostenimiento a las familias, generan alternativas de emprendimiento y a la vez se convierten en inspiración para innovarse cada día. Y en el caso de las mujeres, los diferentes cultivos se convirtieron en una puerta al empoderamiento.
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1. El presente y futuro de Villarrica se escribe entre frutales

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Frutas como la guanábana y la mandarina se han convertido en una alternativa de sostenimiento económico para decenas de familia en Villarrica. La riqueza de estas tierras hace que actualmente se tenga una abundancia de mandarina, por lo que los productores buscan las alternativas que les permita llevar la dulce fruta a diferentes mercados de la región y el país.

Fernando Ruiz Pardo, habitante de Villarrica comentó que a pesar de que es un cultivo no tecnificado la producción es muy alta, casi que se da sola en veredas como Arcadia, Mercadilla, La Samaria, Campo Solo, Darién, de esta población ubicada al oriente del Tolima.

Se estima que por lo menos 100 familias tienen relación con el cultivo de este cítrico cuya temporada de cosecha comienza en abril y finaliza en septiembre, “la fruta en mi predio se puede comercializar, produzco cerca de dos mil kilos de mandarina y  tengo cerca de unos mil kilos por recolectar”.

Don Fernando explicó que los árboles de mandarina no necesitan mucha inversión para su sostenimiento, solo un cuidad básico para que se mantengan en pie, si son muy frondosos se deben estar podando, esta característica hace que las familias logren tener alguna ganancia, especialmente en este época de pandemia. Actualmente, la canastilla cayó de precio, en algunos días se logra comercializarla en ocho mil pesos y en otros a seis mil pesos.

Al preguntarle a don Fernando qué significa el agro, especialmente en esta época respondió sin dudarlo que es “el futuro de nosotros, es el medio del que estamos dependiendo y tiene un significado muy grande, por eso estamos sobresaliendo con el cultivo de los frutales”.

 

 

2. El cultivo de Cajamarca que se convirtió en más que emprendimiento

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“Desde hace más de 20 años, mis padres tuvieron la oportunidad de adquirir unas tierras y desde ahí comenzaron a sembrar arracacha”, contó Flor Sierra, habitante de la vereda La Tigrera en Cajamarca. Ella al igual que 14 mujeres integran la Asociación de Arracacheros de Cajamarca y Anaime, Asoarracacha, organización que reúne a 35 agricultores que tienen enfocados todos sus esfuerzos en lograr una producción limpia y de alta calidad.

La mujer narró que aunque hace cuatro meses se tuvo dificultades, hoy la historia es diferente, pues el precio se reguló, la demanda aumentó y se generó una oportunidad de ampliar las hectáreas de cultivo, por lo que se estima que a la fecha hay cerca de 200 sembradas.

“Desde nuestra asociación estamos apuntando a un cambio, a sembrar arracacha en transición, quitar los químicos, reemplazarlos por biológicos y ser más amigables con el medio ambiente”.

De esta forma, la Asociación busca mantenerse en el mercado capitalino, pues en Bogotá una de las características que buscan los compradores de este producto es que sea “sin trazas, esto nos ha volcado a cambiar la forma de trabajar y de mantener el cultivo, ya no más químicos”, precisó Flor, quien desde hace cuatro meses es la presidente de Asoarracacha.

Agregó que lograrlo es un reto grande, pues hay agricultores tradicionales que tienen unas costumbre muy marcadas a la hora de sembrar, a lo que se le suma, que son las mujeres las que están incentivando el cambio a trabajar de una forma amigable con la ‘madre tierra’.

Pero este tubérculo que algunos conocen como zanahoria blanca o apio criollo y tan solo se consume en  sopas o en chicha, también, le está dando la oportunidad a las mujeres de empoderamiento gracias a su versatilidad, pues desde Asoarracacha se está transformando el producto en derivados como sabajón, natilla, tortas, bocadillos, yogur, pudín y hasta en croissant rellenos, igualmente, se creó una línea artesanal inspirada en este cultivo.

 

 

3. La hoja de cachaco: Una herencia de las familias en Coyaima

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Semanalmente se transporta desde Coyaima un promedio de dos mil rollos de hojas de cachaco hacia Bogotá, producto que es indispensable para las tamalerías de la capital. Aunque la emergencia sanitaria generó una disminución de pedidos, este producto sigue siendo el sustento principal de varios resguardos indígenas, al igual que de comunidades campesinas del sur del departamento.

Ricardo Yancini Alape, integrante de la comunidad Totarco Dinde Tradicional, narró que sus mayores llevan cincuenta años trabajando en los cultivos de cachaco, motivo por el cual este producto se convirtió en una herencia, además, resaltó que es una forma de sobrevivencia para las comunidades Totarco Dinde, Totarco Tamarindo, Totarco Piedras y Totarco Niple.

“Es una materia prima de usos y costumbres de nuestros mayores, es el cultivo que nos da (el sustento) aquí en las comunidades de los ‘Totarcos’, no tenemos otra producción más fértil, porque las tierras no son para arroz, ni cultivos agrícolas”, expresó Alape.

Recordó que el año anterior cada lunes y miércoles salían de los ‘Totarcos’ tres mil rollos de hojas, las cuales se lograban vender entre $12 mil y $ 15 mil. A pesar las actuales circunstancias, la dinámica comercial de las hojas de cachaco de Coyaima se mantiene, pues siguen siendo parte de la materia prima de los tamales, aunque se nota una merma en la demandada y en el precio.

Alape contó que detrás de este proceso, está un cultivo que dura un año en empezar a dar resultados, pero luego de esta espera se empieza a recibir las bondades de una producción continua en el transcurso de los 12 meses, “las parcelas dan para sobrevivir”, indicó.

 

4. “Para nosotros el mangostino es un orgullo”

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En Mariquita, el mangostino se ha convertido en un símbolo de esta tierra norteña, su sabor y las características nutricionales, al igual que medicinales, lo posicionan como una fruta que brinda una oportunidad de emprendimiento a las familias que se la juegan diariamente por este cultivo.

Miriam Paola Acero es una productora que tiene como objetivo impulsar la asociatividad para lograr mejores precios y así comercializar de mejor forma la fruta. Actualmente, ella está a cargo de la mangostinera Villa Garcinia, plantación que cuenta con mil 012 árboles y certificación ICA de exportación.

Teniendo en cuenta la proyección del cultivo, algunas de las metas trazadas de Miriam Paola junto a 20 productores de la zona, es organizarse para ser competitivos y unir esfuerzos para alcanzar la Denominación de Origen como el mejor mangostino del país.

Agregó que en medio de la emergencia sanitaria se tuvo una alta acumulación de frutas, problema del que surgió la iniciativa de crear yougur de mangostino, “decidimos aprovechar casi que todo, tanto la pulpa como la semilla, ya que es rico en muchas propiedades como en antioxidantes”. El resultado de este experimento fue Exotigurt.

La joven productora recordó que inició a recorrer este camino impulsada por el recuerdo de su padre Gustavo Acero, un ingeniero Agrónomo que sentía un gran amor por la tierra, tanto así que fue pionero de la siembra de mangostino.  Él visionaba el futuro de esta fruta, sueño que quedó frustrado tras ser secuestrado y asesinado en la época del paramilitarismo. 

“Él dejó estipulado entre sus proyectos, la exportación de mangostino y hoy en día logré el registro ICA, no exporto directamente, pero le vendo a las exportadoras y nuestro mangostino ha viajado por Canadá, Suiza y Alemania”.

 

5. Los cachacos de Natagaima: oportunidad de emprendimiento

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El plátano calentano y el cachaco son parte de los productos insignia de Natagaima, estos cultivos que le dan un colorido verde a la ribera del río Magdalena se convierten en el sustento de decenas de familias agricultoras.

Desde el 2018 surgió la Cooperativa Multiactiva de Productores de Plátano Cachaco, Coomplac, conformada por población víctima de conflicto, indígenas, mujeres cabeza de familia y campesina, quienes tuvieron una idea de emprendimiento que busca mejorar la productividad, competitividad y sostenibilidad a través de la transformación del plátano en harina.

Alba Lucía Ortiz Guarnizo, una de las socias, explicó que esta iniciativa surgió de la necesidad de aprovechar los cultivos y obtener ganancias, pues “en esta región se cultiva mucho cachaco pero se perdía, los campesinos lo traían a la plaza y no tenía valor”, que compensara los costos.

Se estima que esta población del sur, tiene cerca de mil productores, varios de ellos, están ubicados en las veredas Velú, Anchique, Tinajas, Tamirco, Pueblo Nuevo y Mercadillo.

Con la idea clara y luego de adelantar el trámite respectivo, se logró el apoyo de la Administración municipal para la construcción de una planta procesadora que está ubicada a la entrada del municipio.

“Es de un gran beneficio, no solamente para los 38 socios que somos, sino para toda la región, hay más gente productora a parte de nosotros”, comentó Alba. 

Se estima que antes de la emergencia sanitaria se comercializaba mensualmente ocho toneladas de harina, ahora en medio de la emergencia se sigue llevando a Bogotá plátano seco para los  concentrados.

Y teniendo en cuenta que los cultivos no paran de producir, una iniciativa para aprovechar la harina, que es 100% natural, es incentivar el consumo en pan, hojaldres, tortas, ponqués, hojuelas y malteadas, “entonces nos hacen el pedido, lo preparamos y lo llevamos a domicilio”, contó Alba.

Agregó que la producción de cachaco es de gran importancia porque “nos está dando un mejor nivel de vida, porque nuestro producto tiene un valor agregado, ya nosotros trabajamos en asociatividad, es una oportunidad de trabajo para Natagaima y Coyaima, donde no hay empleo”.

 

 

6. De Planadas para el mundo

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El café es uno de los cultivos más importantes para esta población del sur, pues se estima que de 14 mil hectáreas cultivables, en la actualidad hay 11 mil sembradas, otro dato conocido es que del grano que es un símbolo de Colombia en el mundo dependen seis mil 77 familias planadunas.

Ante la alta productividad y teniendo en cuenta las limitaciones de la pandemia, desde la Administración municipal se está promoviendo la subasta virtual ‘Café Planadas por el mundo 2020’.

Frank Fierro Guarnizo, jefe de la Oficina de Desarrollo Agropecuario, explicó que desde julio se empezó a promover la iniciativa entre las asociaciones y los productores independientes, el resultado fue una inscripción de 156 lotes. Luego de un proceso de catación con profesiones locales se eligió a los 60 mejores.

El paso siguiente es seleccionar 25 lotes que irán a la subasta el 13 de septiembre, proceso que está a cargo de catadores de talla nacional.

“El café ha estado a un buen precio, la semana pasada estuvo en millón 200 mi pesos la carga a pesar de que nos bajón cien mil, sigue siendo buen precio, lo que hemos proyectado es que del lote 11 al 25, el precio con el que se va a comenzar es de tres dólares por libra, del lote al seis (el valor) será de cuatro dólares y los mejores cinco, será a cinco dólares la libra”.

De esta forma se busca exportar café planaduno de calidad a diferentes partes del mundo y apoyar a los caficultores.

 

 

7. Gulupa ‘made in’  Tolima

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La gulupa es una fruta a la que se le atribuyen beneficios para la salud, asimismo, ha permitido a los habitantes de diferentes municipios crear asociaciones para su producción y comercialización. Un ejemplo está en Riomanso, jurisdicción de Rovira, con la Asociación de Productores Agropecuarios, Asoproar, la cual fue creada en 2013.

A través de un trabajo organizado y responsable, la Asociación logró tener un reconocimiento y a la vez ha podido posicionar su fruta, que es vista como de alta calidad.

De manera general, la gulupa ya conquistó varios mercados, ubicándose como uno de los productos que más se exportan hacia otros países.

De otra parte, Casabianca es otra de las poblaciones en donde florece esta fruta desde el 2017, allí el cultivo se convirtió en una oportunidad laboral para las mujeres de veredas como San Ignacio, La Cristalina, La Esperanza, Llanadas y Recreo. Los resultados no se hicieron esperar, pues un año después el municipio logró negociar la venta de lo producido con una empresa antioqueña, hecho que abrió la puerta a la generación de empleos para las mujeres con prestaciones sociales.

La gulupa de Casabianca ya ha volado a Europa y Canadá.

 

8. Un cítrico que le ‘endulza’ la vida de los guamunos

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El limón común o pajarito es uno de los cítricos que más se cultiva en Guamo, se calcula que en la actualidad hay mil 550 hectáreas sembradas. Bernardo Arciniegas Díaz, presidente de la Asociación de Fruticultores del Guamo Tolima, Afrugto, contó que desde hace seis años se viene trabajando para lograr mantener la asociatividad entre los productores.

“Aquí compran limón de lunes a sábado y en una época de cosecha se pueden mover dos mil bultos diarios, cada comprador (o intermediario) envía entre dos y cuatro turbos, cada uno lleva entre 80 y 150 bultos, y cada intermediario puede estar enviando en el día, alrededor de 500 bultos, es una gran cantidad”.

Una situación que juega en contra, es que cuando los mercados se saturan del cítrico, la comercialización se pausa, hecho que genera grandes pérdidas, por ello, Afrugtol, viene trabajando en la creación de proyectos de transformación.

Una de las iniciativas es con el Sena y las cámaras de Comercio del Suroriente del Tolima y de Bogotá, la propuesta que se denomina Ejecución de Modelo de Desarrollo Agroempresarial, le apunta a la creación de un jugo de limón endulzado con stevia, aderezo para carnes, ponqué, galletas y pulverizado de limón, productos con miras a la exportación.

Según Arciniegas la idea está lista para ejecutar, “solo necesitamos el lugar en donde procesarlos”.

Otra idea de la Asociación está vinculada a la estrategia Ocho Cadenas del Gobierno departamental y cuenta con el acompañamiento de la Universidad de Ibagué; esta tiene como propósito la creación de aceites esenciales con base en limón con fines de exportación, asimismo, un jugo y aromáticas.

Se estima que en el Tolima hay cultivos de limón en Flandes 502 hectáreas, San Luis 465, Suárez 432, Saldaña 390, Coello 351, Espinal 240 de limón tahití, Ortega 165, Coyaima 145, Purificación 57 y Natagaima 87.

A pesar de la emergencia sanitaria, la comercialización del cítrico se mantuvo, al igual que, los precios, lo que genera tranquilidad a los cultivadores. Arciniegas también comentó que una de las apuestas es obtener un sello verde a través de Cortolima como garantía de una producción libre de químicos y la certificación del ICA como predios exportadores.

 

9. El anón una dulce fruta del sur

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El anón es una especie del género annona, familia de la guanábana y la chirimoya, se cultiva en la Costa Atlántica y en las zonas secas de los valles interandinos, también en Valle, Caldas, Huila, Tolima, Cundinamarca, Meta y los Santanderes, entre los 450 y 1.500 msnm.

A pesar de que aún no se exporta oficialmente anón, la opinión de expertos en frutas promisorias lo clasifican como fruto de alto potencial de mercado.

Para el caso del departamento, esta es una fruta que se encuentra especialmente en municipios del sur como natagaima, en algunos casos se convierte en un producto de comercialización para las familias campesinas.

Además es considerada como una fruta que posee propiedades tanto para el sistema inmune, como para el digestivo.

 

10. La producción de mango, aporta a la economía del centro del Tolima

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La fertilidad de las tierras en el centro del departamento se evidencia también en la producción de mango, tanto así que el Tolima es considerado a nivel nacional como uno de los principales núcleos de producción. Los municipios en donde se da la fruta son Espinal, Guamo, San Luis, Piedras y Coello.

Se estima que en la región hay cerca de cuatro mil hectáreas sembradas, cifra que representaría un 18% del total del área en Colombia. Otro dato a resaltar es que la ‘Ciudad de la tambora’ es la que concentra la mayor oferta. Algunas de las variedades de mango que se cultivan son corazón, pajarito, hilacha, chancleto, huevo de toro, chancleto gigante, picuda, filipino, mariquiteño y narizón.

Recientemente, el ICA informó que junto con el Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, lograron retomar la exportación de mango a la Unión Europea sin necesidad de poner el mango en cuarentena.

Según declaraciones de la gerente General del ICA, Deyanira Barrero León, registradas por el medio elcampesino.co, con el mango se “facilita y dinamizan las exportaciones de la fruta, que en el 2019 fue de 700 toneladas”, en cifras nacionales.

Algunos de los países a los que llega la fruta producida en el Tolima son  Estados Unidos y Reino Unido.

Credito
EL NUEVO DÍA

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