La gerente refirió con gran preocupación que han sido tiempos complejos que se han agudizado durante estos últimos días, y ha tenido que ver cómo las instituciones de salud no pueden dar a basto frente a esta emergencia sanitaria.

Expresó que si no hubiera habido desobediencia ciudadana y cada ciudadano se hubiera apersonado de la responsabilidad individual y social, atendiendo a los requerimientos que hizo la institucionalidad de la salud en el país, otra sería la realidad.

“Hoy, con profunda tristeza e impotencia, como si fuera un familiar nuestro, vemos morir a nuestros pacientes en Urgencias, esperando una atención en una institución de mayor complejidad, o que cuente con disponibilidad de camas para su atención”, afirmó.

Y agregó que pese a que se sumen muchos esfuerzos, es realmente complejo atender a todas las necesidades que trae consigo la pandemia.

“Desafortunadamente, ya todo lo que implementemos es insuficiente; hemos expandido las áreas de atención, abierto camas en UCI y, aún así, no logramos cubrir las necesidades apremiantes para la atención de los pacientes”.

Igualmente refirió que el agotamiento de medicamentos para el manejo de los pacientes en UCI se ha convertido en toda una ‘odisea’, y que el exceso de trabajo del personal médico cada vez es mayor.

“Quienes me conocen, saben del profundo temor que me ha asistido desde que se originó esta emergencia, pero ahora les aseguro que la idea que tenía al respecto, supera en un grandísimo porcentaje lo que estamos viviendo”, puntualizó.