Lérida cuenta con unas características ideales para explotar el ecoturismo, bien sea en plan de descanso o en busca de aventura.

Es por ello que cerca al casco urbano se contabilizan al menos cuatro balnearios, en la vía que conduce al sector de Iguacitos, a los que se accede de forma sencilla y el traslado en vehículo no supera los 15 minutos.

Se trata de establecimientos de agua natural ideales para disfrutar en familia de una jornada soleada, almuerzo y algunos de estos cuentan con actividades como pesca deportiva.

En este sector se identifican los balnearios de Los Pijaos, Villa Amparo, Las Palmas, El rubí, entre otros.

“Al balneario vienen mayormente familias en sus vehículos. A la gente le gusta mucho el lugar porque no se ha intervenido la naturaleza y es poco lo que se ha construido. Ellos mismos pueden tomar piedras y adecuar un fogón para cocinar”, manifestó Luisa Aldana, hija de los propietarios del balneario Las Palmas.

Este lugar, por el que atraviesa uno de los brazos del río Recio, tiene cerca de 35 años de trayectoria en Lérida y es uno de los más tradicionales a la hora de acoger turistas y visitantes. Cuenta con estanques o piscinas para adultos y para menores de edad, además llama la atención unas caídas de agua, a manera de cascada, que despiertan el interés de los ciudadanos que llegan aquí.

“Ofrecemos algo muy interesante que es el pesca y coma. Tenemos servicio de pesca deportiva, así que se le puede preparar a los visitantes lo que agarren con el anzuelo o simplemente pagan y se lo pueden llevar”, dijo.

Además del pescado, el balneario ofrece otras preparaciones como el sancocho de gallina, carne asada, pechuga, bandeja paisa y más, cuyos precios oscilan entre los 15 y 20 mil pesos.

Ruinas de Coloya.

La virgen que reposa actualmente en las ruinas de Coloya.

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