Las menores Valentina Sánchez Ramírez, de 5 años, y su prima Gabriela Sánchez, de 11 años, fueron halladas deambulando en Melgar. La hipótesis que se maneja, según Carlos Sánchez, padre de una de las infantes, es que “Gabriela siempre había querido tener un gatico, pero yo le había dicho que no, porque el apartamento era muy pequeño”. 

La familia concurría de manera seguida el municipio de Cunday, cerca de Melgar, donde tenían una casa y donde las niñas habían pensado llevar el gato a vivir, como le habían sugerido su padre a Valentina. 

“Ellas me dijeron que por qué no lo teníamos allá, obviamente les dije que no, porque es una mascota y uno tiene que estar pendiente de ellas (…) Luego, el abuelo les prohibió entrar a la terraza donde jugaban con un gato ajeno y este rasguñó a la pequeña, por eso creemos que de pronto aparecieron en Melgar, falta ver que dice la Policía”. 

Lo último que los familiares supieron de sus hijas es que fueron a una veterinaria en la ciudad de Bogotá para preguntar el precio de un gato. 

A las 5:30 de la tarde del jueves, un agente de la Policía Nacional, vio que dos niñas estaban deambulando por Melgar con una maleta y cuando las abordó pudo reconocerlas, gracias a los volantes difundidos por la familia y la misma Policía Nacional; luego las llevó a un hogar de paso del ICBF. Las niñas ya fueron entregadas a sus padres en la sede de esta entidad en Melgar. 

Ahora el ICBF está realizando investigaciones para dar con la razón por la cual las niñas decidieron escapar de su casa, recordando que la versión de los padres todavía es confusa. 

No obstante, todo apunta a que Gabriela, la niña mayor, le habría dicho a la más pequeña que se fueran hasta el municipio de Cunday, pero no les alcanzó el dinero que les dieron de regalo en Navidad. La madre de Valentina, Mayra Ramírez, dijo que eran más o menos $14 mil, que les alcanzó para los pasajes e inclusive para almorzar. 

Cuando encontraron a las niñas no tenían ningún signo de maltrato físico o psicológico, según la teniente coronel Olga Patricia Salazar, encargada de dar a conocer las circunstancias del caso. 

Uno de los vecinos de las niñas en Fontibón da fe de que las niñas nunca han tenido problemas con los abuelos o con los padres, “les dan de todo, yo creo que eso fue una picardía de la mayor”, le dijo una vecina a Caracol Noticias. 

De igual manera, la coronel Salazar afirmó que se está investigando qué tipo de transporte utilizaron las menores para dirigirse al municipio de Melgar y por qué lo hicieron, y pidió a los padres y a los niños que se acerquen a la Policía, en caso de que se pierdan. 

Los padres fueron citados para el proceso de restablecimiento de derechos.