La niña, que tiene un año de edad, nació sin problemas aparentes en China; sin embargo, su desarrollo no era normal, su cabeza tenía un tamaño anómalo, además de líquido en su cráneo.

Al investigar las causas, los científicos de la Universidad de Fudan en Shanghái, descubrieron un caso extraordinario de "fetus in feto”, que se presenta en 1 de cada 500.000 mil nacimientos.

Pero lo más sorprendente es que solo 28 casos se presentan en el cráneo, donde se desarrolla el “feto parásito”. Este en particular, se especula, se dio en la semana 5 o 6 del embarazo, cuando los embriones cuentan con una estructura de 200 células.

“Todo indica que el resto se alojó en el cerebro de la niña durante un proceso de desarrollo denominado plegamiento de la placa negral, imprescindible para la formación de la estructura del cerebro y la médula espinal.”, indicó el artículo la revista Neurology.

Al realizarse la operación se descubrió con una prueba de ADN que se trataba del gemelo de la niña, que pudo continuar con su desarrollo gracias a su flujo sanguíneo de su hermana. 

El feto extraído tenía una columna, que se conoció era bífida, dos huesos, fémur y tibia, además de dedos en sus extremidades superiores. 

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